En estos tiempos de presente difícil y peor perspectiva para el comercio en general y el pequeño comercio en particular, el hecho de que una tienda de barrio cumpla 30 años al pie del cañón no es cualquier cosa. Es el caso de Alimentación Mercedes, una tienda que, regentada por el matrimonio integrado por Mercedes Sánchez Serrano y Pablo Roldán Cano, abría sus puertas en la calle Ancha el día 2 de julio de 1992, y que, por tanto, celebrará tres décadas de existencia en cuestión de un par de semanas.
Mercedes recuerda con nostalgia y una sonrisa aquellos primeros compases al frente de la tienda. “Recuerdo aquellos primeros momentos en los que el negocio comenzó a funcionar, la ilusión puesta en emprender, los vecinos y la gente de alrededor que deseaban lo mejor, pero al mismo tiempo ya comenzaban a advertir de los tiempos que corrían, puesto que 1992 ya estábamos en plena crisis económica”.
Según Pablo reconocía hace cinco años, con motivo de la celebración de su vigésimo quinto aniversario, estas perspectivas no los desanimaron para poner en marcha su propio comercio, además en una zona de Alcalá en la que no había demasiadas tiendas. “Aquí ya estaba la conocida como tienda de Carmela, y al jubilarse surgió la idea de quedarnos con ella, ya que teníamos el local; estábamos ya cansados de maletas y de emigrar y en el 92, tras los trámites oportunos, empezamos nuestra andadura. Eran los tiempos de la Expo y las olimpiadas y abrimos con poco pero con mucha ilusión, ya que del éxito o fracaso de la tienda dependía el coger o no las maletas de nuevo”.
Sin embargo, cuando se ponen ganas de trabajar y empeño, se tiene mucho ganado. “Año a año, gracias a todos nuestros clientes, que nosotros consideramos como si fueran familia, pudimos salir adelante. Algunos de ellos han fallecido durante estos años y no hay día que no los echemos de menos. Al principio nos decían: qué mal año habéis escogido para empezar, con la crisis, y en el barrio viejo. Y, bueno, gracias a todos, aquí seguimos”.
El establecimiento, como tantos otros, también tendría que vérselas con la prueba más dura a la que nuestra sociedad ha sido sometida en mucho tiempo: la epidemia de Covid. Sin embargo, tal y como reconoce Mercedes, ha supuesto una oportunidad para esta tienda, como tantos otros negocios de proximidad. “Laboralmente me ha afectado positivamente, ya que al ser un comercio esencial, mis ventas aumentaron. Sin embargo, emocionalmente llegué a estar hundida por el miedo al contagio con mis clientes, ya que era una situación difícil y desconocida para todos”.
Una experiencia que, por fortuna, comienza a quedar atrás, como un reto más entre todos los que han tenido que superar Mercedes y Pablo a lo largo de estos treinta años. Su lección de vida se resume en que la perseverancia, la simpatía, la cercanía, y la valía de ser buenas personas, casi siempre tienen su premio.