Que una empresa cumpla sesenta años no es tarea fácil, y seguramente más aún si se trata de una imprenta. Gráficas Marvel celebrará dicho aniversario el presente año 2023. Patricia Martínez, en quien recae el relevo, constituye la tercera generación de toda una saga de impresores que se iniciaba en 1963 con su abuelo, Emilio Martínez Sánchez. Hoy entrevistamos a Patricia, o Tara, como también se le conoce, para que nos hable del pasado, presente y futuro de Marvel y de su profesión de impresora y encuadernadora.
¿Cómo fueron los comienzos? Efectivamente, que un negocio perdure durante tanto tiempo no es lo usual, en este mundo donde en Internet existe tanta competencia. Y en el ámbito de la imprenta no es menos. Gráficas Marvel inició su andadura de la mano de mi abuelo Emilio. Siempre tuvo una mente muy inquieta, y mientras trabajaba en la tienda de tejidos y confecciones Capri, estuvo formándose por medio de cursos por correspondencia. Comenzó con uno de rotulación, que le abrió camino a ganarse un dinerillo extra pintando los carteles de las películas que se proyectaban en el cine (antiguamente se pintaban manualmente) y pintando los anuncios de comercios alcalaínos en diapositivas de cristal que luego se proyectaban. Años después, realizó otro curso de serigrafía, también a distancia, que le llevó a montar un rudimentario taller en las cámaras (ático) de la casa donde vivía y comenzó a recibir encargos de estampación, compaginando esta tarea con su trabajo de dependiente en Capri. Una cosa llevó a la otra, y entró en contacto con Francisco Murcia (conocido como Calancho, y el padre de nuestro cronista Domingo Murcia), a quien le ayudaba repasando textos y otras tareas. Posiblemente ahí fue donde le picó el gusanillo de la imprenta, hasta que decidió comprar su primera prensa de imprenta y tipos de plomos, los cuales aún conservamos. Poco después decidió dar el salto a la piscina, dejar su trabajo y dedicarse en exclusividad a la imprenta. A su taller le puso el nombre de Marvel como un juego de los apellidos de la familia: Martínez Vela.
Gráficas Marvel sigue ocupando hoy el mismo taller donde se creó. ¿Qué supone para ti ser el relevo de esta verdadera saga de impresores, en la que tomas el testigo de tu padre Emilio? Como bien dices, la imprenta continúa en el mismo taller donde se creó. Evidentemente la maquinaria y el tipo de trabajos que se realizan han cambiado con el tiempo pero, afortunadamente, mi familia decidió no deshacerse de la maquinaria de mi abuelo. Hubo una época, cuando la tipografía empezó a perder relevancia ante otros sistemas de impresión, que los talleres de imprenta vendieron los tipos de plomo al peso y las máquinas al chatarrero. Supongo que el haberme criado en este espacio, y que mi primera experiencia laboral fuera aquí ayudando a mi padre caló en mí. Digamos que mamé imprenta desde la cuna.
Sin embargo, con 18 años salí de Alcalá para formarme como educadora social, estudios que más tarde complementé con la licenciatura de Antropología. No tenía muy claro que mi vida se fuera a desarrollar en Alcalá ni continuar con el negocio familiar. Fueron los coletazos de la crisis del 2008 la que me abrió los ojos ante la posibilidad de continuar el negocio. Tras pasar un par de años aprendiendo de mi padre, decidí que para poder hacerme cargo de la imprenta necesitaría de algunos ahorros, por lo que emigré a Francia para trabajar y poder volver con dinero para invertir en maquinaria y modernizar un poco más el taller. Desde que tomé esa decisión, el relevo se convirtió en una cuestión de tesón y cabezonería, para poder continuar un proyecto con tantos años, y que fuera viable económicamente, algo que he alcanzado. Es más, recientemente nos hemos constituido como cooperativa, en un gesto de continuidad y apertura para seguir creciendo.
Tu afán de innovación y tu pasión por la profesión te hacen crear Gazpacho de Letras, un taller artesanal de transformación del papel. ¿Cómo surge la idea y qué servicios prestas? La idea de Gazpacho de Letras surgió por dos cuestiones. La primera era la necesidad de tener presencia en internet, pero quería evitar los predecibles problemas que me llevaría el nombre con la factoría de comics Marvel (que por cierto, registraron su nombre comercial también en el año 1963). Por otro lado, la imprenta ha variado enormemente desde que comenzó mi abuelo, y los proyectos que quería llevar a cabo diferían un poco del trabajo de imprenta comercial que realizamos en el taller. Es por eso que ahora mismo convivimos dos talleres en uno. Por un lado está Gráficas Marvel, que sigue prestando servicios de imprenta comercial local, y por otro lado Gazpacho de Letras. Gazpacho de Letras se diferencia por su especialización en papel sostenible, en procesos artesanales y en difusión cultural: somos imprenta boutique, editorial y taller de transformación del papel. Imprenta Boutique porque nos alejamos del concepto de "fast print" para ofrecer un sistema de impresión personalizado y adecuado al proyecto del cliente que nos contacta. La editorial con la que ofrecemos asesoramiento a todas las personas que quieran editar su libro. Y taller de transformación del papel porque nos encanta todo lo que sea manual y queremos compartirlo con las personas para que conozcan cómo se hacían los procesos antes de que estuvieran mecanizados, como la encuadernación, la fabricación de papel, la realización de libros pop up, la papiroflexia, y tantas otras cosas que se pueden hacer teniendo el papel como eje central.
Eres educadora social y antropóloga por formación, pero impresora y encuadernadora e ingeniera del papel por vocación. ¿Qué es lo más sorprendente o apasionante que has hecho con esta materia prima, o de lo que estés más orgullosa? Hay tres cosas que son las que más me apasionan de lo que hago: la fabricación de papel con plantas, la creación de libros pop up y la edición de libros. Salir al campo conmigo puede ser en ocasiones cansino, pues cada vez que reconozco una planta que he usado, no puedo evitar decir "con esto se puede hacer papel". ¡Y es que es posible hacer papel con todas las plantas! Eso sí, hay algunas más agradecidas para el proceso que otras: no es lo mismo procesar lavanda que las hojas de la pita; pero todas dan como resultado un papel delicado y maravilloso. Y si a esto le añadimos los recortes de papel que resulta de guillotinar los trabajos, tenemos como resultado un papel ideal para imprimir en tipografía o para realizar proyectos de encuadernación o scrapbooking.
El segundo aprendizaje que me apasionó fueron los mecanismos de los libros pop up. Me parece mágico crear páginas que se muevan usando solo papel. Ya han sido varios los libros que he diseñado, pero ahora mismo me encuentro con el problema de que producirlos en masa es muy costoso. La mayor parte de ellos se realizan en China, y actualmente no dispongo de todo el tiempo necesario como para plantearme a producirlos en mi taller, pero todo se andará. Por último, la edición de libros es un aspecto que me gusta mucho también: el poder ofrecer a la persona que ha escrito un libro la posibilidad de publicarlo y compartirlo con los demás. Desde pequeña soy una lectora voraz y en ocasiones he pensado que me gustaría convertirme en escritora. Aún no he escrito un libro, y no tengo muy claro si algún día lo haré, pero actuar como editora y permitir que otros publiquen sus libros es suficiente aportación en el mundo editorial, y así quitarme esa espinita.
Es una pregunta que te haces en tu blog de Gazpacho de Letras, que aprovechamos para reivindicar, por su belleza e interés. ¿Por qué es importante apostar por la artesanía? No voy a pecar de romántica ni afirmar que antes las cosas estaban mejor, pero sí es cierto que con la artesanía hay lugar para la expresión del artesano que realiza la pieza, pone parte de sí mismo. Es un proceso lento, consciente y en el que se puede dar lugar a realizar cambios sobre la marcha. Además, los resultado no son nunca "perfectos", siempre hay pequeñas marcas que denotan que no ha sido realizado con una máquina, lo cual nos recuerda la imperfección del mundo. Lo de hacer cosas bellas me viene de un documental que vi sobre una imprenta tipográficas en Inglaterra. Al preguntar a su propietaria por qué eligió la impresión artesanal con tipos de plomos, dijo, muy resuelta, "para aportar belleza al mundo". Y es que la artesanía, al final, es una forma de arte que hace que el mundo sea un poco más bello.
Este aniversario que celebráis en 2023 va a estar acompañado de eventos tan interesantes como los próximos talleres que vas a impartir en Alcalá a finales de este mes. ¿Puedes hablarnos de ellos? Estos talleres para celebrar nuestro 60 aniversario forman parte de uno de los frentes que nos gustaría abrir en un futuro próximo: la difusión y la formación en procesos artesanales. Los talleres que vamos a realizar son: Impresión tipográfica (25 de agosto), Fabricación de papel (29 de agosto), Origami (31 de agosto) y Bordado en Papel (5 de septiembre). Estas experiencias estarán abiertas a todas las personas, con distintos niveles de dificultad, y pensados para que las familias se acerquen y disfruten durante un rato del proceso que se esté realizando en ese momento, y que puedan llevarse lo que realicen a casa. Se realizarán en el Paseo de los Álamos, y durante el horario marcado, estaremos compartiendo nuestro saber hacer con todas las personas que se acerquen. No son talleres que necesiten inscripción y desde aquí invito a todos que se pasen durante las horas en las que tendrán lugar y que nos conozcan. ¡Estaremos esperándoos!