La investigación paranormal puede llevar a la persona a vivir experiencias que resultan realmente sorprendentes y este es uno de ellos. Es el caso de la
“Casa del Camionero” que está en las afueras de Sevilla aunque no se permite dar su ubicación pues tiene propietario y no desea que aquello se llene de curiosos e "investigadores".
Se precisó de la
intervención de investigadores de lo paranormal pues el propietario sabe que en la casa algo raro sucede. Así el
grupo Activity Ghost se desplazó al sitio a realizar una investigación y en su primer visita hicieron una revisión de la casa en la que destaca que aún tiene intacto su mobiliario, no está abandonada pero si dejada…
Los miembros de este equipo llegaron el
primer día sobre las seis de la tarde aunque comenzaron sobre las once de la noche. En esa primera ronda se captaron algunos ruidos extraños, como un golpeteo.
Aquí viene la primera sorpresa pues el padre –ya fallecido- de
l propietario tenía polio y tenía una pierna maltrecha; en las habitaciones aún se pueden ver los calzos y prótesis. Aquella primera noche sintieron “sonidos extraños y captaron psicofonías que están aun limpiándose” decía José Lérida.
“De buenas primeras escuchamos
como alguien cojeaba en la parte superior, los pasos y los golpes eran evidente” recordaba.
“En la segunda visita si hubo una manifestación evidente. La
“Spirit Radio” verbalizó mensajes e, incluso, el propietario les dijo que se movían los muebles. Se comenzó la investigación y la máquina indicó: "Algo brillante escondido", "algo guardado". No sabía bien lo que significaba. "Jugar" también salía en el sueño. Instantes después se escucharon más ruidos e, incluso, la cortina se movió”.
El grupo dejó pasar el tiempo, les gusta analizar tranquilamente los resultados y asentar lo que sucede. A los
tres meses hace una nueva visita y “al llegar, en la casa, se registraban "caídas abruptas de temperaturas e, incluso, había algo que les llamó la atención: se había registrado la casa. Había papeles en la mesa y las sillas movidas", el grupo entendió que "alguien había" ido con fines que no eran “investigar los fenómenos paranormales”.
En aquella visita "
vimos como se movía, delante nuestra, una silla. Además subimos para arriba y la silla se movió tapándonos la salida que teníamos. Giramos y una taza se cayó en dirección opuesta a nosotros, como si alguien cabreado la hubiera tirado, pero todo delante nuestra".
“En la habitación superior, la que da al piso de abajo, fuimos a entrar y no podíamos entrar. La "Spirit Radio"
repetía "algo brillante", como si "algo" estuviera allí guardado. Dijimos "estamos dispuestos a jugar" y dijo la máquina "juguemos". La puerta, entonces, se cerró y a mí se me paralizó el cuerpo, no me podía mover, Lolo (Manuel), se quedó petrificado, era la primera vez que sentía todo eso. Salimos de allí y dejamos de ir, pasaron cuatro o cinco meses hasta que repetimos" detallaba, en cuanto a su experiencia, José Lérida.
"En la última visita
nos partieron una tetera, nos movieron una mesa… Haciendo una "Spirit Radio" se asomó algo a un cristal desde el otro lado, todo ello reflejado en la grabación de vídeo, se puede comprobar. Lo peor fue que sentimos un disparo como si alguien disparara y, de hecho, se rompió un cristal. Fue impresionante y nos fuimos de allí muy agobiados".
“En nuestra quinta visita nos hemos encontrado
la casa destrozada, como si alguien hubiera buscado algo, la familia ha prohibido investigar existiendo un problema de herencia. Lo que allí hay se ha molestado mucho con lo que se ha hecho allí" concluyendo de esa forma la posibilidad de investigar dentro de la casa.
Son las experiencias paranormales del grupo Activity Ghost (José y Luis Lérida y Lolo)
dentro de la llamada “Casa del Camionero” en Sevilla.