El presidente del PP-A, Javier Arenas, presidió ayer en Sevilla la constitución del nuevo Consejo Asesor del partido -integrado básicamente por personas independientes y cuya creación se acordó en el pasado congreso autonómico-, destacando que supone un paso importante en la apertura de la formación a la sociedad y que Andalucía necesita más que nunca la alternancia en la Junta después de casi 30 años de gobiernos socialistas. Durante su intervención en el acto, Arenas quiso dejar claro que el PP no quiere gobernar para “intervenir o controlar” a la sociedad, sino para oirla. Señaló que quiere contar con la opinión de este nuevo consejo -integrado por 32 personas- a la hora de que el PP presente iniciativas en el Parlamento y que, al mismo tiempo, lleve al Partido Popular la opinión directa de la calle.
El PP, según agregó, va a continuar en el camino de apertura a la sociedad andaluza que se puso de manifiesto en el pasado congreso autonómico de septiembre, cuando en él intervinieron representantes de más de 80 organizaciones sociales y los ciudadanos tuvieron la posibilidad de plantear enmiendas a las ponencias. Tras indicar que este consejo tiene además la oportunidad de “testar el proyecto de la alternativa” en la sociedad, Arenas manifestó que el PP-A tiene ahora por delante dos importantes tareas, como son terminar de pergeñar la alternativa de gobierno y mejorar la comunicación con la sociedad.
Asimismo, el dirigente popular expresó su preocupación por las consecuencias que la crisis económica está teniendo en la comunidad, advirtiendo, sobre todo, que desde la administración autonómica se podría gastar mejor el dinero público, en lugar de “despilfarrar” como ocurre en la actualidad. La Junta, según apuntó, tiene que hacer planes de austeridad, bajar los impuestos y hacer un esfuerzo por las familias, pymes y autónomos. Para Javier Arenas, el “conservadurismo” en Andalucía está en estos momentos en el PSOE, al tiempo que expresó su preocupación por la “crisis de valores” que también existe en la comunidad. A su juicio, en Andalucía hace falta, no sólo un cambio de gobierno, sino también un cambio profundo de mentalidad y en los gestos. Insistió en que el PP representa la gran “alternativa económica, en política de empleo y en recuperación de determinados valores”.