El director general de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta, Manuel Gómez, ha lanzado este sábado “un mensaje de tranquilidad” a los ganaderos afectados por el virus ovino caprino a los que ha garantizado el cobro de sus ayudas "bo sólo para paliar los gastos ocasionados por el sacrificio del ganado, sino también los que hayan tenido que afrontar por la inmovilización de sus animales”.

Las subvenciones, que cuentan con un presupuesto de 1,3 millones, se calcularán en base al número de días y ganado afectado por la prohibición de salir a pastar.

Gómez ha insistido en que “en los próximos días verán la luz dichas ayudas” y que, por ello, “los ganaderos deberán estar preparados para presentar su documentación de forma ágil para poder cobrarlas lo más rápido posible”, según traslada el Gobierno andaluz en una nota.

El director general ha explicado que Andalucía es de las pocas comunidades autónomas que ha complementado las ayudas del Estado para paliar los efectos de la VOC y que, por tanto, los ganaderos andaluces se verán beneficiados "aún más".

Con estas subvenciones el Gobierno andaluz presta asistencia de emergencia en forma de liquidez a los titulares de las explotaciones afectadas por VOC en la comarca almeriense del Alto Almanzora y las zonas granadinas de Baza (Altiplanicie sur) y Huéscar (Altiplanicie Norte).

El objetivo de la Junta es que los productores puedan afrontar la complicada situación en la que se han visto inmersos y, por tanto, se garantice el mantenimiento de la actividad ganadera.

Los ganaderos pondrán acogerse en las próximas semanas, tras su publicación en el BOJA, a estas ayudas solicitando las compensaciones por gastos extraordinarios derivados de la inmovilización de los animales durante el periodo establecido.

Por otro lado, se contemplan también compensaciones para las fincas que han tenido que sacrificar animales. En este caso, el importe se determina en función del volumen del pienso y del estiércol destruido para evitar la propagación de la enfermedad.

La VOC es una enfermedad vírica infecciosa que, además de graves repercusiones en los animales, también puede afectar considerablemente a la rentabilidad de las explotaciones ganaderas al perturbar los desplazamientos de la cabaña y de sus productos dentro y fuera de la Unión Europea.