La Isla afronta una transformación sin precedentes en su historia y se merece todos nuestros esfuerzos. Los proyectos en marcha o que están a punto de comenzar, con una inversión de más de 300 millones de euros, conforman uno de los pilares de ese cambio.

2010, el Bicentenario de todos, supone uno de esos momentos cruciales en la vida de una comunidad. Es un hito que exige lo mejor de nosotros y que no dude ningún ciudadano que desde el Gobierno municipal nos entregaremos a corazón abierto, como hemos venido haciendo, para que sea esa herramienta de modernización que queremos. Porque a corazón abierto es como se entrega un andalucista de La Isla.

Hemos demostrado nuestra capacidad de entendimiento y diálogo con todas las Administraciones y entidades y vamos a seguir en esa línea, contribuyendo a los acuerdos. Siempre en la búsqueda del interés de la ciudad. Ningún otro interés. Porque por encima de los de La Isla no hay ninguno. Gracias a esto hemos conseguido y promovido una inversión impensable y única en comparación con cualquier etapa del pasado. Ahí se encuadra también esa irrepetible y decisiva intervención en nuestra calle Real y su entorno en pleno centro histórico. Ese proyecto empieza a convertirse en una referencia de recualificación innovadora abriendo nuevas posibilidades para la actividad económica y el empleo. Un centro y una arteria que responde a un modelo de ciudad vanguardista, sostenible, integradora y cohesionada.

Las diversas actuaciones en todas las zonas, todos los barrios, responden a ese nuevo modelo de ciudad y están siendo sometidos a mejoras en sus infraestructuras, equipamientos y servicios. Nadie está al margen de esta gran transformación. Cada día que amanece en San Fernando tenemos la oportunidad y el privilegio de observar ese cambio imparable. Todos somos protagonistas de ese cambio y vamos a poder disfrutar de esta nueva ciudad.

Son tiempos difíciles para España, Andalucía y, en especial, para la provincia de Cádiz. Pero es precisamente en los momentos complejos cuando se necesita a los que de verdad aman a su tierra y están dispuestos a dejarse la piel por ella. Esta actitud participativa y transparente es la que ofrezco a los partidos de la Corporación municipal. En ese territorio de entendimiento me encontrarán todos los que quieran a La Isla y confíen en sus posibilidades.

Este cambio histórico que afrontamos exige la máxima responsabilidad, dando prioridad al consenso y no a la ruptura.
Comparto plenamente los sueños colectivos de los isleños y las isleñas porque son los míos. Tenemos una gran ciudad con un gran reto presente y futuro y gracias al trabajo realizado entre todos vamos a vivir, estamos viviendo, una etapa ilusionante como ninguna otra. Vamos a seguir dando una imagen brillante de una ciudad con nuevos valores y alicientes en la que nos podemos sentir orgullosos de nuestro pasado e ilusionados con un mañana nuevo. Por todo ello, afronto con un espíritu pleno de ilusión y fuerza el honor de ser el alcalde de una ciudad bicentenaria que se está redescubriendo y reinventándose a sí misma. Nunca en mi trayectoria política me he sentido con más fe en nuestras capacidades y posibilidades que en estos nuevos tiempos de cambio real. Tenemos las herramientas para ganar la batalla al pesimismo y la desconfianza. El éxito será nuestro, será de todos y cada uno de nosotros.

Por todo ello, me reafirmo en el compromiso de trabajar por mi ciudad como siempre hemos trabajado desde el Partido de San Fernando. Trabajaré por los anhelos de los hombres y mujeres que viven y trabajan en nuestra tierra. Trabajaré sin descanso por un futuro mejor para nuestros hijos. Ahora más que nunca. Porque San Fernando está cambiando y porque las nuevas circunstancias nos estimulan, más aún si cabe, para multiplicar todos los esfuerzos que sean necesarios por nuestra querida ciudad.

El reto que tenemos como colectivo es mi principal objetivo y compromiso como alcalde y, entre todos, vamos a dibujar un nuevo horizonte.