Real Jaén y Palencia empataron a un tanto en el partido de ida de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda A, que se celebró en el estadio Municipal de ‘La Victoria’.
Unos 9.000 aficionados acudieron al reciento deportivo, unos 300 llegados desde tierras castellanas, que animaron a sus respectivos equipos durante el choque. El ambiente fue extraordinario desde el mediodía con actos protocolarios en los que participaron gran número de aficionados, que luego antes del encuentro, y coincidiendo con la salida de los jugadores al campo, expresaron su apoyo al equipo mostrando un gran mosáico que cubría todo el graderío. En los prolegómenos un guerrero a caballo, símbolo de la campaña publicitaria de esta fase de ascenso, recorrió los aledaños del terreno de juego. Los miembros de las respectivas peñas lucían camisetas alusivas a la fase de ascenso anunciando los deseos que se tienen por estar la próxima temporada en la categoría de plata del fútbol español. La Banda Sinfónica ‘Ciudad de Jaén’, también acudió a la cita, aunque no realizó el tradicional ‘pasacalles’ por las cercanías del rectángulo de juego.
Con este completo ‘aperitivo’ festivo comenzó el partido en el que los dos equipos, Real Jaén y Palencia, tenían un mismo objetivo: Lograr un buen resultado para el partido de vuelta en ‘La Balastera’. Sus ideas cambiaban en un aspecto: Los blancos pretendían que su rival no marcara, mientras que los ‘morados’, su objetivo era, de principio anotar algún tanto por aquello del valor de los goles en campo contrario, y que en muchas ocasiones ha sido decisivo para decantar una eliminatoria.
Enfrente había dos conjuntos de muy parecidas características que buscaron el fallo del rival para ponerse por delante en el marcador. El Palencia salió decidido a no dar opciones a los pupilos de Álvaro Cervera y, bien plantado sobre el campo, no sólo impedía las acometidas de los locales, sino que incluso controlaron el centro del campo para intentar crear peligro en el marco de Gerardo. Los dos equipos se respetaron mucho para evitar que hubiera despistes que propiciaran dar ventaja al rival.
Intentaron dar primero los castellanos, pero no lo hicieron debido al buen trabajo defensivo de los locales que, por el contrario sí tuvieron oportunidades para batir a Rebollo, en un disparo de Solabarrieta (minuto 23), que salió fuera por poco, y en un cabezazo de Espín al que respondió el meta palentino con una buena intervención. Los jienenses buscaron en la estrategia opciones para marcar y, en una falta lanzada por Calderón, Espín tocó de cabeza y Esparza (minuto 34), batió a Rebollo, pero el colegiado, a indicación de su ayudante en la banda, anuló el tanto por entender que el jugador jienense estaba en fuera de juego.
Tras el descanso, las cosas siguieron igual, si bien, tras los minutos iniciales, los de Cervera se acercaron con más peligro al marco visitante, pero Pepe Calvo había colocado un férrea defensa delante de Rebollo, y sobre todo una gran presión sobre el jugador jienense poseedor del balón para evitar que pensara sus acciones. Javi Moyano lo intentó por la banda derecha, no sólo con buenas acciones atacantes, sino estando también a una gran altura a la hora de defender.
El Real Jaén insistió y tuvo el premio a su esfuerzo. Un lanzamiento lejano de Mena (minuto 64), hace que la pelota toque en las manos de Gorka que se encontraba dentro del área. Penalti y expulsión. La pena máxima la transformó Esparza que batió al meta ‘morado’ a pesar de la buena intervención de éste.
El objetivo se había conseguido. Marcar y no recibir goles. La euforia se hizo presente en el graderío, animando más si cabe a su equipo. Pero lo peor, una vez más, estaba por llegar para los jienenses. Corría el minuto 70, cuando un fallo en la recepción de la pelota en el centro del campo del central Castellanos, hace que De Paula le arrebatara la pelota para presentarse delante de Gerardo quien, con su habitual frialdad, interceptó el disparo del jugador palentino, pero con tan mala fortuna que el rechace le dio al delantero y el esférico se coló en la portería jienense, ante la desesperación de toda la parroquia y jugadores blancos. Fue un mazazo del que a pesar de intentarlo, el Real Jaén no pudo reaccionar y, aunque siguió luchando, fue imposible anotar el segundo tanto, a pesar de que los visitantes jugaban con uno menos.
En la recta final, con un Real Jaén lanzado, los visitantes pudieron hacer más daño jugando al contragolpe, sobre todo con la presencia de Anatole, que con rapidez, se presentó ante Gerardo (minuto 85), pero no estuvo fino a la hora de resolver. Tras tres minutos de prolongación, el colegiado valenciano Bernal Moreno, pitó el final del encuentro con la consiguiente resignación de los locales y la inusitada alegría de los palentinos.
En su camparecencia, Álvaro Cervera desveló que no estaba enfadado “sino preocupado y ocupado en que entrenemos esta semana para subir la moral, porque ahora la eliminatoria está más complicada que al principio, a pesar de que sabía que el rival era difícil Por tanto, para el partido de vuelta tendremos que estar muy atentos porque ellos crearán mucho peligro”.