El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, mostró ayer su rechazo a la tasa bancaria que pretende imponer la Unión Europea (UE) para evitar que a futuro las crisis financieras recaigan en el bolsillo del contribuyente y confía en que finalmente no se imponga.

En declaraciones a los periodistas en Huelva, donde firmó un convenio de Mecenazgo con la Universidad de Huelva, Botín indicó que dicha tasa, que respaldan todos los países miembros de la UE, le parece “muy mal” porque, según explicó, “el Banco Santander y otros bancos lo han hecho bien y no han tenido necesidad de ayuda pública”.

Además, Botín, consideró la reforma laboral impulsada por el Gobierno “necesaria” y apremió, después de su aprobación como decreto, a su trámite parlamentario.

Botín precisó que la reforma laboral es “un paso en la buena dirección”.