Fin de curso para los niños

Publicado: 29/06/2023
Autor

John Sullivan

John Sullivan es escritor, nacido en San Fernando. Debuta en 2021 con su primer libro, ‘Nombres de Mujer’

El cementerio de los ingleses

El autor mira a la realidad de frente para comprenderla y proponer un debate moderado

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Los mismos que rechazaban que a los niños se les enseñe a conocer su cuerpo los sexualizan
Junio se acaba y, con él, el curso escolar. En miles de colegios de toda nuestra geografía han tenido lugar las tradicionales fiestas de fin de curso. Ahí vemos a niños que terminan Educación Infantil con beca y birrete como si hubieran terminado una carrera (el niño no se entera de nada, pero a los padres les hace ilusión) al más puro estilo de película americana. De aquí a las hermandades con nombres resultantes de un salteado de letras griegas hay un paso.

Es habitual que haya shows de baile con los pequeños haciendo monerías para que la gravedad haga su efecto con la baba de sus padres. Qué lindos están dando saltitos mientras agitan un pañuelo o resucitando el Antes muerta que sencilla. Sin embargo, no es extraño que los bailes incluyan piezas musicales y coreografías que hacen gracia a los adultos (profesores y padres) pero no tanto a los protagonistas. En la cuenta de Instagram @educarsinestereotipos_ hay algunos ejemplos.

"Tema baile cole, clase infantil 5 años. Niños vaquero y camiseta cada uno de un color y niñas vestido cortito que tiene que hacerle una modista, muy cortito y con braguitas del mismo color porque van a moverse mucho y va a quedar muy gracioso que enseñen las braguitas... en fin", asevera uno de los testimonios recogidos. "¿Por qué tengo que enfrentarme a todas las profesoras de mi hija de sus extraescolares pidiendo que el vestuario no sea completamente rosa ni que pidan que vengan pintadas para la exhibición de fin de curso? Agota", dice otra madre. Según otro de los mensajes que publica esta cuenta, un profesor ha dicho a las niñas en un ensayo: "tenéis que mover la cadera como una chica sexy". Ejemplos de que, en los tiempos de la educación en igualdad, los roles sexistas siguen estando muy marcados y, lo más probable, es que ni siquiera los organizadores ni muchos padres se estén dando cuenta.

Lo más curioso es que, tras todas las polémicas sobre la educación sexual para los menores que se han vivido de unos años a esta parte, los mismos que rechazaban que a los niños se les enseñe a conocer su cuerpo los sexualizan, consciente o inconscientemente, en estas fiestas de fin de curso. "Mueve las caderas, píntate, enseña las braguitas"... puede hacer gracia cuando son pequeñas, aunque luego en plena adolescencia puede ser un problema. "Es que va provocando", "dónde irá a esas horas", "si es que encima iba sola"... "¿Qué he hecho mal?" se preguntan los progenitores de la niña de 15 años cuando la prueba de embarazo dicta sentencia. Y es que se ha enseñado a las niñas, porque les parece gracioso, a comportarse y moverse como adultas pero sin una educación que les haga entender esas conductas y saber qué hacer en cada caso.

A los niños tampoco se les educa y se les mete en ese rol tradicional, ignorando la diversidad que siempre ha existido y que ahora, por fin, vemos. Niños muy machotes y niñas bailando como Karol G. Sin educación sexual y teniendo el porno como referente. Y así estamos, celebrando el fin de otro curso donde vamos para atrás, dando pasos de cangrejo contra el porvenir de nuestros hijos mientras nos preguntamos por qué hay manadas de menores que agreden sexualmente y niñas que ni siquieran son conscientes de que pueden negarse y deben buscar ayuda. Porque nadie piensa en los niños: ni en los que acaban manteniendo relaciones sin saber realmente qué están haciendo ni en los que van a venir porque ni siquiera les enseñaron a poner medios. En fin, para qué les voy a aguar la fiesta. Sigan bailando.

 

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