El Patrón de San Fernando, el Patriarca Bendito Señor San José, visitó en la noche del domingo, víspera de la festividad de Todos los Santos, la iglesia de la Divina Pastora y lo hizo dentro del anual rosario de antorchas con la imagen del Patrón, que con tal motivo cambió de itinerario. Ni siquiera el chubasco caído minutos antes de las 20,00 horas ni el fuerte viento, que aportó una noche fresca y desapacible, impidió que el rosario de antorchas se llevara a cabo, aunque los miembros de la junta de gobierno si retrasaron la salida hasta cerca de las 20,30 horas, con objeto de contar con los partes adecuados sobre el riesgo de lluvia.

Precedido por un buen número de hermanos perfectamente ataviados para la ocasión y portando codales, el Patrón de San Fernando salió precedido también de la escolanía de seises de la Catedral de Cádiz. El cortejo con la imagen de San José recorrió la Plaza de la Iglesia, Rosario, Vicario, Beato Cardenal Spínola, Santo Domingo, Marconi, Santa Rosalía y Plaza de la Divina Pastora, donde llegó en el transcurso de una hora y en torno a las 21,30. Tras el acto en el interior del templo, donde se rezó el cuarto misterio de la corona de dolores y gozos de San José por parte del hermano mayor, Juan Manuel Rueda Cebada, la comitiva regresó a la iglesia Mayor por Plaza de la Divina Pastora, Santa Rosalía, Marconi, Maldonado, Escaño, Beato Cardenal Spínola -donde se realizará una ofrenda floral al monumento del Beato Spínola- Diego de Alvear, Murillo, Rosario y Plaza de la Iglesia, para recogerse en la iglesia Mayor, a cuyo término se dio a besar la reliquia de Santa Teresa de Jesús, que procesionó también en el cortejo escoltada por dos viales o faroles.

El cuerpo de acólitos isleño Aromas de Pasión precedió al Patrón, con las peculiares dalmáticas y ciriales de la Esclavitud de San José.

Este rosario anual llevó a la iglesia de la Pastora la medalla conmemorativa de la entrega de la medalla de oro de la ciudad, al igual que también se hiciera entrega el pasado mes de junio al párroco de la iglesia de San Francisco, antes de que el Patrón abandonara la fue su sede provisional desde la fiesta de la Resurrección.