Un grupo de científicos de la Universidad de Lancaster, el Instituto Tecnológico de Beijing y la Universidad Tecnológica del Norte de China ha creado un asombroso
brazo robótico con forma de serpiente que
posee una capacidad única: puede ajustar su tensión para mejorar su flexibilidad y precisión.
Este robot serpiente cuenta con una estructura innovadora llamada 'macro-micro', que se compone de dos segmentos diferenciados. Uno de ellos es más largo y grueso, mientras que el otro es más corto y delgado.
El segmento macro tiene 12 grados de libertad, mientras que el segmento micro cuenta con 8. Ambos están interconectados por cables que pueden variar su rigidez gracias a un avanzado sistema de control.
Los expertos explican que la rigidez de estos cables influye directamente en la fricción interna del robot, lo que, a su vez, impacta en su capacidad de movimiento y posicionamiento. Al regular la rigidez de estos cables, el robot puede adaptarse de manera eficiente a diversos entornos y realizar distintas tareas, como navegar por espacios estrechos, enroscarse alrededor de objetos o manipularlos con su cola.
Para evaluar el rendimiento del robot, los investigadores llevaron a cabo varias pruebas, midiendo aspectos como la precisión posicional, la capacidad de carga, la estabilidad y la velocidad. Los resultados fueron sorprendentes,
evidenciando que el robot podía ajustar su rigidez hasta en un asombroso 183,4%, demostrando una alta precisión y estabilidad.
Este robot serpiente no solo es impresionante desde el punto de vista tecnológico, sino que también abre un abanico de posibilidades en campos como la medicina, la energía, la exploración y el rescate.
Los científicos tienen la esperanza de continuar mejorando tanto el diseño como el control del robot, además de explorar la integración de sensores y cámaras para ampliar aún más su funcionalidad.
Este fascinante avance podría marcar el inicio de una nueva era en la robótica con aplicaciones prometedoras para el bienestar humano y la resolución de distintos desafíos en diversas industrias.
El estudio fue publicado en la revista científica
Bioinspiration & Biomimetics.