Tanto el ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Alparslan Bayraktar, como el titular del Interior, Ali Yerlikaya, confirmaron este martes la suspensión
Las autoridades turcas han interrumpido las operaciones de búsqueda y rescate de los nueve mineros que desde el pasado día 13 están atrapados en una mina de oro en el este de Turquía, debido al riesgo de que se produzcan desprendimientos de tierra.
Tanto el ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Alparslan Bayraktar, como el titular del Interior, Ali Yerlikaya, confirmaron este martes la suspensión de las actividades en la mina de la provincia de Erzincan, donde hace una semana se registró un enorme alud que sepultó a 9 obreros.
Según precisó a la prensa Mert Battur, funcionario del Sindicato Independiente de Trabajadores Mineros, las operaciones de rescate se suspendieron el lunes después de que los expertos constataran un nuevo desplazamiento de tierra de 10 a 20 centímetros.
Un total de 2.722 efectivos participaban hasta entonces en las labores de búsqueda y rescate, con 796 vehículos, 99 torres de iluminación, 52 generadores, 7 drones, un radar de penetración en el suelo y 5 radares subterráneos.
Además, para identificar la ubicación de los contenedores y vehículos donde se estima que se encuentran los mineros se utilizan otros drones sensibles al metal, capaces de obtener imágenes a unos 30 metros bajo tierra.
"Hay un movimiento significativo en las zonas donde la escombrera no se ha deslizado. Nos esforzamos por eliminar los riesgos de desprendimiento", dijo Bayraktar.
"En estos momentos, también estamos trabajando en varias alternativas relativas a la retirada del suelo deslizado y la identificación de nuevas zonas para el apilamiento. ... Una vez eliminado el riesgo de desprendimiento, iniciaremos el proceso de traslado de esta tierra allí", añadió el ministro.
Las autoridades turcas ya habían admitido que son escasas las esperanzas de rescatar con vida a los mineros, que habían sido enviados a inspeccionar una zona poco antes reconocida como en riesgo de derrumbe por las grietas observadas y evacuada por precaución, y quedaron sepultados en el inmenso corrimiento de tierras.
El alud se originó en un terreno utilizado para la lixiviación de la tierra extraída de la mina a cielo abierto, un proceso en el que enormes cantidades de mineral triturado se amontonan al aire libre y se riegan con una solución de cianuro, que va separando el oro de la piedra.
De los ocho directivos de la empresa minera detenidos por su posible responsabilidad en el desastre, dos están en libertad con cargos y seis han pasado a prisión preventiva.
Según la cadena turca NTV, entre estos últimos se halla el británico Iain Ronald Guille, representante de la empresa multinacional canadiense SSR Mining, que posee el 80 % de la empresa Anagold, propietaria de la mina accidentada, cuyo 20 % restante pertenece al grupo turco Çalik Holding.