El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, valoró ayer en Huelva, tras preguntas de los periodistas, la ‘nueva era’ de Huelva tras el cese de los vertidos de fosfoyesos el pasado 31 de diciembre. El representante del gobierno autonómico llamó a “mirar al futuro”, ya que como metaforizó “quien quiera seguir mirando hacia detrás, corre el riesgo de convertirse en estatua de sal”.

En cuanto a los trabajos para la recuperación de la zona ocupada por los vertidos de fosfoyesos, Díaz Trillo aseguró que se están realizando “en tiempo y forma”, por lo que ha animado a la sociedad onubense a “mirar al futuro”. Asimismo, ha recordado que el cese de los vertidos, previsto en un primer momento para el 31 de diciembre de 2012, se adelantó dos años, siendo la fecha el final de año de 2010, por lo que ha agradecido “los esfuerzos” realizados por los empresarios, los trabajadores y la propia sociedad onubense para adaptarse a este nuevo horizonte.

Además, Díaz Trillo ha afirmado que la comisión de expertos está trabajando para formular “en breve” consideraciones al proyecto piloto para la regeneración de la zona y a partir de ahí, éstas se remitirán a la empresa Fertiberia, a la que se ha encargado de recordar que es la que tendrá que sufragar el coste de la regeneración de una zona llena de residuos industriales, concretamente más de 120 millones de toneladas en unas 1.200 hectáreas de marismas. Así, el precepto de ‘Quien contamina paga’ parece que acabará cumpliéndose.