La Copa de Mundo ganada en Sudáfrica estuvo expuesta sin vitrina durante dos horas en el pabellón cubierto de la Ciudad Deportiva de Bahía Sur.
La copa del mundo llegó en torno a las 15,45 horas al pabellón de Bahía Sur. Tan sólo 15 minutos antes de que fuera expuesta al público. Lo hizo en un cofre cerrado, arrastrado a ruedas, de la Federación Española de Fútbol. Con la copa llegaba el presidente de la Federación Andaluz de Fútbol, Eduardo Herrera, acompañado de otros miembros de la federación, además de representantes de la Federación Gaditana de Fútbol. El alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo y el delegado de Deportes, Manuel Prado, también recibieron a los directivos de la Federación Andaluza de Fútbol y a la copa ganada por España en Sudáfrica. Los clubes deportivos tuvieron la oportunidad de ver y tocar la copa aunque fuera unos segundos. A partir de ahí, la copa fue colocada en un pedestal en el pabellón de Bahía Sur, de forma que el público iba desfilando de forma paralela en torno al dorado trofeo.
Largas colas se formaron en los accesos del pabellón y la lluvia, que caía de forma intensa no fue obstáculo para que la fila fuera creciendo por momentos. Esto hizo que los responsables del Patronato de Deportes, decidieran crear un circuito interior, para meter dentro del pabellón al mayor número de personas posibles, evitando que se mojaran en plena calle.
Niños y no tan niños, fueron pasando ante la copa, inmortalizando el momento con cámaras de fotos o teléfonos móviles, muchos con ojos incrédulos, pero el momento, aunque breve, fue una realidad y no un sueño. La copa estuvo expuesta durante dos horas, en los que cientos y cientos de personas pasaban cada momento, ante un fuerte dispositivo de seguridad, tanto privada, como de la Policía Nacional, si bien el excelente comportamiento del público no hizo necesaria que las fuerzas entraran en acción. Sólo junto a la copa había dos guardas de seguridad, además de personal del Patronato de Deportes. Los isleños, muchos de ellos ataviados con la camiseta de la Selección Española de Fútbol, iban pasando ante la copa, separada del público lo suficiente para que no se pudiera tocar, pero lo suficientemente cerca como para observarla con detalle.
El discurrir del público resultó fluido y una vez abiertas las puertas, el tiempo de espera no resultaba excesivo, pero conforme avanzaban los momentos, fueron muchas las personas que se encontraban en el complejo de Bahía Sur que apuraban para poder ver la primera Copa del Mundo ganada por España.
Fue poco tiempo, pero con esta breve estancia de la Copa del Mundo en San Fernando, el Ayuntamiento isleño ha querido certificar su apuesta desde hace años porque San Fernando sea la ciudad del deporte.