La plataforma de apoyo a la Revolución Blanca, que está compuesta por miembros de Izquierda Unida, Acción solidaria con los Pueblos Oprimidos, Noviolencia Ahora-Jerez, Asociación Pro Derechos Humanos-Jerez, Colectivo de Educación Social y Noviolencia Buenaespina, Asociación Pro Inmigrantes y Asociación de Amistad Hispano-Árabe Gaditana, se concentrará este mediodía en la Alameda Vieja para pedir la libertad y los derechos del mundo árabe, que tan convulso está en los últimos tiempos.
La plataforma exige “a los representantes de los pueblos en Europa y EE.UU. y en el mundo entero que se dicten leyes que permitan desvelar las fortunas de los dictadores, leyes que permitan detectarlas, congelaras y devolverlas a sus verdaderos dueños que son los pueblos, leyes que prohíben exportar armas de opresión, aparatos de tortura y equipos de espionaje y escuchas, pedimos nuevos tratados y convenios internacionales que ponga fin al saqueo y expolio que la banca internacional y las empresas multinacionales están ejerciendo en los países del tercer mundo y especialmente en los países Árabes y en África, exigimos el nacer de un Nuevo Orden Mundial acorde con la Declaración Universal de los Derechos y la Dignidad de los Humanos”.
A través de un comunicado, la plataforma manifiesta que “el mundo se quedó estupefacto cuando una serie de revoluciones dirigidas por jóvenes versados en las redes sociales que demandaban democracia, libertad de expresión y oportunidades económicas recorrió la región. En realidad, en todos ellos los grupos islamistas han quedado relegados ante el avance y las reivindicaciones de los movimientos juveniles.
Podemos decir que las revoluciones y protestas en Túnez, Egipto, Yemen, Bahréin, Jordania sigue y avanza hacía lograr sus objetivos gracias a la relativa neutralidad de sus fuerzas militares , los pueblos Marruecos, Argelia, Siria, Iraq y Arabia Saudí y a pesar de la fuerte represión de sus regímenes están alzando el vuelo hacía sus reivindicaciones, pero en Libia desgraciadamente la situación es muy trágica y la población se encuentra enfrentada a todo una poderosa maquinaria militar con una elevada participación de mercenarios”.
El caso de Libia
De la misma forma, añade: “Lo que pasa y pasó en Libia es un acto de genocidio y violación extrema de los derechos humanos, ejecutados por un criminal que lleva en el poder 42 años gracias y a la ayuda de sus socios extranjeros en Europa y Estados Unidos. Dirigentes políticos, servicios de inteligencias, empresas multinacionales especialmente en los ámbitos del petróleo y las armas, la gran banca mundial, todos ellos forman una alianza de interesados, alianza que no solo ha protegido y ha mantenido al Gadafi, sino de todos los dictadores árabes especialmente a los del Golfo, y si no fuera por esta alianza, estos criminales tiranos no podían haber durado tanto, ni podían haber llegado a tal extremo en el saqueo y el exterminio de sus pueblos. Hasta que el régimen de Muamar Al Gadafi, sirviéndose de mercenarios, ataques aéreos y artillería, no lanzó su sangrienta ofensiva contra civiles desarmados, los manifestantes no se centraron en derribar ese mismo régimen, armándose para lograrlo”.
Por cierto, que el pasado jueves hubo en Jerez una charla-ponencia, a cargo de Ashraf Ahmed Ali, en la que se analizaron los diferentes conflictos árabes.