Después de 24 años como obispo, primero en Ciudad Rodrigo (Salamanca) y luego en Cádiz, este jienense ha elegido la Residencia para vivir ?como uno má
El obispo Antonio Ceballos Atienza ha vuelto a Jaén después de una vida pastoral que le ha permitido recorrer diócesis nacionales, la última la de Cádiz, desde donde ha llegado después de dieciocho años como obispo.
Ahora, a sus 75 años de edad, ha elegido la Residencia de las Hermanitas de los Pobres de la capital como su hogar, donde comparte vida con el resto de personas mayores. “Aquí me siento como uno más. Es un lugar donde puedo seguir sirviendo a la Iglesia”, valora Antonio Ceballos.
Y es que en Jaén se ordenó como sacerdote y desde entonces ha cosechado el cariño de los fieles. Un hombre conocido y querido que llegó a la Residencia de Mayores el pasado 19 de noviembre y que desde entonces no ha dejado de recibir visitas de feligreses. Incluso los propios residentes se quedan estos días sorprendidos al verlo por los pasillos, caminando o compartiendo mesa y mantel con el resto de residentes en el comedor.
Tenía claro que una vez que presentara al Papa una carta para poner a su disposición la Diócesis, su vida estaría en Jaén. “Son razones pastorales las que me han hecho elegir la Residencia, donde estoy siendo muy feliz”, dice.
En la Residencia ofrece una misa diaria a las ocho de la mañana, salvo la de los domingos y festivos, que se celebra a la once. “Esta vida de descanso se puede definir como un momento de júbilo”, explica Antonio Ceballos, que aún anda atareado ordenando sus propiedades y su libros. “Me gusta el espíritu de esta Residencia. Dedico muchas horas al estudio, la oración de la palabra de Dios y a la atención a quienes vienen a verme”, reconoce.
Sin embargo, el recuerdo de la Diócesis de Cádiz, de la que es Obispo-Emérito, está muy presente en este jienense, natural de Alcalá la Real. “En Cádiz he vivido una experiencia pastoral muy intensa, gozosa y alegre, pero también con mucho sufrimiento porque hay mucha inmigración. Ha sido muy doloroso haber enterrado a tantos inmigrantes que han muerto ahogados, sin saber nombres, apellidos ni religión”, recuerda el obispo. Sus años de júbilo los pasará en Jaén, pero será Cádiz quien lo despida, ya que será enterrado en la Catedral de la capital gaditana por ser Obispo-Emérito.
Vida pastoral
Antonio Ceballos fue ordenado sacerdote en Jaén en 1962 y en el Seminario fue profesor de Latín, Griego y Francés, además de Superior de la Comunidad 'Retóricos'. Después de dos años fue Superior de la Comunidad 'Filósofos' y transcurridos dos años más fue nombrado director espiritual del Teologado 'Filosofado'. En 1968 tuvo que marcharse a Granada como director espiritual de los 'Teólogos' y a los tres años, el Obispo de la Diócesis de Jaén lo nombró delegado para el Clero.
Estando en Jaén fue nombrado rector del Seminario Diocesano, siguió ejerciendo como profesor y se convirtió en el sacerdote de la parroquia de San Bartolomé. En 1982 fue nombrado director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero en la Conferencia Episcopal Española.
En 1987 se convirtió en obispo de Ciudad Rodrigo (Salamanca) y el 10 de diciembre de 1993 fue nombrado Obispo de Cádiz y Ceuta, y Administrador Diocesano de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, hasta que tomó posesión canónica de la nueva Diócesis el 29 de enero de 1994. El 30 de agosto de 2011 fue aceptada su renuncia por edad en conformidad con el canon 401/1 del Código de Derecho Canónico.