El presunto homicida de la ciudadana de nacionalidad china en una vivienda de la barriada de Los Pinos la pasada semana, aseguró ante los agentes en el lugar del crimen y posteriormente en los juzgados no recordar “nada”, salvo una discusión con su pareja, aunque fue él mismo quien pidió a sus compañeros de piso que llamaran a la Policía y confesó allí mismo que había sido el autor de la muerte.
Tras levantarse ayer el secreto de sumario en el Juzgado de Violencia de Género de Jerez, el abogado defensor, Agustín Velloso, dio más detalles de lo ocurrido y concretó que los hechos se produjeron sobre las 21.00 horas, cuando una compañera de piso del presunto agresor y dos personas más llegaron a la vivienda y vieron “todo el baño lleno de sangre”.
En ese momento, cuando estos le preguntaron preocupados el motivo de tanta sangre, el presunto homicida estaba duchándose. Así, les explicó que la sangre era suya a causa de una hemorragia nasal y, acto seguido, comenzó a limpiarlo todo “como si tal cosa”, relató.
Tras las preguntas insistentes de sus compañeros sobre el paradero de su pareja -ya que los habían dejado juntos en la casa horas antes-, éste respondió que la fallecida estaba durmiendo y que no se iba a levantar a cenar. Una versión que no convenció mucho a la mujer, por lo que no dudó en dirigirse a la habitación para comprobar si era cierto que estaba descansando en la cama. Nunca se imaginaría lo que se encontraría en su lugar. Muy cerca, detrás de la puerta de la habitación, la víctima estaba muerta “sentada en una maleta y recostada en la pared con un brazo amputado”, ya que el supuesto homicida había trasladado el cuerpo sin vida del baño al dormitorio tras la brutal agresión.
En este sentido, aunque el abogado de la defensa advirtió a este periódico que la fallecida fue hallada con “varias cuchilladas en el cuerpo”, aseguró que los primeros indicios apuntan a que fue estrangulada, aunque será el informe forense el que determine este detalle.
Entre el momento en que estas personas descubren el cuerpo, hasta que llega la Policía, pasadas las doce de la noche, a petición del propio homicida, que no habla casi nada en español, transcurriría todavía algún tiempo en el que también llegarían el resto de los inquilinos, a los que los agentes retuvieron en la cocina para identificarlos y les retiraron los pasaportes. Sin embargo, hasta el momento sólo ha trascendido que quien se encontraba en situación irregular, pendiente de una orden de expulsión, era el presunto homicida. De igual manera, Velloso apuntó ayer a los celos como posible móvil del homicidio, ya que la víctima, cuyo marido vivía en China, viajaba en los últimos meses “con más frecuencia a Málaga” y el presunto agresor sospechaba que tenía otra relación paralela. En la actualidad, el marido y un hermano están tramitando los visados para viajar a Jerez para la repatriación del cuerpo, que continúa en el Instituto Anatómico Forense.