Candidato por el PSOE andaluz a la reelección como presidente de la Junta, José Antonio Griñán sigue siendo presidente y como tal se le trata. Presidente aquí, presidente acá. Se confirma que en el trato gana, más cercano, más directo, preguntando directamente por lo que le interesa de uno o para hablar de un tema que le apasiona de las nuevas tecnologías, de sus posibilidades, de la tablet o de internet. Distante en un principio, no se empieza a relajar hasta bien entrada la entrevista. Como aperitivo, su visión sobre las nuevas generaciones, a las que cree que hay que dar paso y saber hacerlo, incluso en el partido, incluso aceptando los problemas que puedan acarrear. Pero al secretario general del PSOE-A se le presenta una dura competición electoral, en la que la crisis y los ERE van a ser casi tan protagonistas como él y como sus adversarios.
—Crisis económica, ¿hay que cambiar el modelo, reformarlo?
—El problema es que el modelo está cambiando y se está afrontando el problema desde un retroceso histórico. Al no funcionar la moneda única, ni el banco europeo, en vez de salir de la crisis por devaluación de moneda se está saliendo por devaluación de las condiciones de trabajo, ahorrando costes laborales, se está retrocediendo socialmente y eso nos va a llevar a un sitio del que nos va a costar trabajo salir. Y además, se ha considerado que todo se soluciona arreglando el déficit, que es la consecuencia de la crisis, no la causa. Aunque arreglemos el déficit público, la crisis va a seguir existiendo. En vez de estar todo el día diciendo que esta es una crisis muy dura, habrá que decir que algo estamos haciendo mal. Y probablemente si reconocemos que no hay un Banco Central de todos, que el problema de la Unión Monetaria no se soluciona con un problema de consolidación fiscal, y seguimos recordando que la fórmula de mayor éxito de Europa ha sido el consenso basado en el modelo social europeo, avancemos. Pero si todo eso lo rompemos, no sólo no vamos a salir de la crisis si no que vamos a estar en la crisis más larga de la historia y arruinando todas las conquistas históricas.
—¿Qué opina de la reforma laboral?
—La reforma laboral es romper el modelo de convivencia. Y va a romperlo sin atender a razones. En el año 77 con los Pactos de la Moncloa se llegó al convencimiento de que la mejor solución para salir de la crisis era la economía social de mercado, con diálogo de los agentes colectivos, sindicatos y asociaciones empresariales, negociación colectiva y acuerdos de concertación. Todo se ha hecho con ese modelo, los años más prósperos de la historia de España. Si vamos a romper todo eso para salir de la crisis, es tanto como bañar al niño y con el agua sucia, tirar al niño.
—¿Y qué alternativas plantea?
—Controlar los mercados financieros, que no están controlados, que el Banco Central no sólo sea de Alemania sino que cuide de que todos los que compartimos moneda tengamos una política económica común. Y saber que el modelo social europeo habrá que revisarlo pero no destruirlo. Financiación de la economía y seguir manteniendo el modelo que hemos mantenido siempre. Europa y España deben ser una economía de software y no de hardware.
—¿Cómo se mantiene ese modelo con los recortes que se plantean?
—Si creemos que hay que competir con los países en vías de desarrollo, nos equivocamos. Tenemos que competir con los países más desarrollados, seguir invirtiendo en I+D+i, en conocimiento, educación, formación, valor añadido, nuevos productos y en nuevos mercados. Es lo estábamos haciendo. El Gobierno del PP lo primero que ha hecho es suprimir el dinero para I+D y las renovables, congelar el salario mínimo y hacer una reforma laboral, es decir, ha optado por competir con África en vez de competir con Europa, Japón y Estados Unidos.
—Pero, ¿qué plantea desde aquí?
—No reducir ni un euro en educación, que es la inversión del futuro, ser la única comunidad que desde que empezó la crisis ha aumentado la inversión en I+D+i, favorecer con fondos financieros la actividad económica de las pequeñas y medianas empresas, e insistir en ese modelo. Es verdad que se ha caído la construcción, el sector que más dinamizaba la economía, pero tenemos que reconvertir el sector con programas de choque o con el programa de fomento de traslado de empresas de cascos urbanos a parques industriales y tecnológicos, con desgravaciones fiscales. Y también la obra pública, es verdad que es lo primero que hemos parado como consecuencia de los déficit público, para no tocar el modelo social, pero también puede favorecer la productividad empresarial en la construcción que, si se hace bien, es exportable, porque muchas de nuestras empresas de la construcción están trabajando fuera de España.
—Hablando de financiación, ha destinado muchos esfuerzos a cambiar el modelo productivo a una economía sostenible.
—La crisis no me ha hecho retroceder ni un centímetro en mi apuesta por el cambio de modelo productivo. He seguido manteniendo la educación como eje vertebral de la política. En segundo lugar he favorecido el emprendimiento en la escuela y la universidad, he mantenido la inversión en investigación, no sólo en el mundo empresarial sino también en la administración, somos vanguardia en investigación biomédica, biotecnología, agroalimentaria, el centro Andalucía Lab, la comunidad turística virtual... Lo que he pretendido es que la actividad económica de Andalucía sea una actividad innovadora. Ése es el modelo.
—Hay críticas a los resultados que han tenido esos apoyos.
—Tenemos once parques tecnológicos que han aumentado su facturación, las spinoff han crecido, ha aumentado poderosamente la investigación... Eso de que no han dado resultado no es verdad. Lo que pasa es que la construcción se hace rápidamente y la sustitución del modelo sostenible se hace más lento. Hay muchos sectores de la economía andaluza que en plena crisis han creado empleo y de calidad. Y en Andalucía está cambiando también su población activa, un tercio tiene formación universitaria, a principios de la autonomía el 70% de la población activa andaluza tenía estudios primarios o no tenía estudios. Fíjese si ha cambiado..
—Pero eso debe continuar...
—Hombre, por eso vamos a ganar. Lo que no hay que hacer es retroceder, dejarse seducir por las falsedades de un cambio que es un retroceso.
—Sí que ha habido muchas críticas, y en eso se incluyen los EREs, a la gestión de las ayudas...
—Desde el año 2007 suprimí prácticamente casi todas las ayudas y las reconvertí en préstamos y avales, en activos financieros, porque entendí que al emprendedor lo que hay que darle es dinero, pero para que lo devuelva. Es decir, apostábamos por el éxito, no por las ayudas y las subvenciones. Y eso es una fórmula que da resultado. Habrá habido problemas específicos en algún caso, pero la política económica como fomento e incentivo de determinada forma de hacer economía no le quepa la menor duda de que está dando muy buen resultado... El problema de los EREs es que el Partido Popular está haciendo un juicio político.
—Pero los ERE están en campaña y dicen que Alaya también
—Pues eso parece, ¿no? A todos nos ha sorprendido cuándo se ponen los autos. Pero yo prefiero decir vamos a colaborar, vamos a encontrar quien ha hecho esas atrocidades e irregularidades, vamos a juzgarlos y vamos a seguir.—¿Sin responsabilidades o que las determine la jueza?—Naturalmente que sí, debería establecerlas. El PP habla mucho, pero lo último que sabemos del último caso de corrupción del PP es que el juez que lo investigó está condenado por sentencia del Supremo. Resulta curioso. Responsabilidades políticas piden siempre ellos, pero no asumen ninguna. El PP es particularmente eficaz en la ley del embudo, en ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el suyo.
—Como ha tenido que ver también con el empleo...
—No, ha tenido que ver con el desempleo.
—Pero el problema es el desempleo...
—No, no es lo mismo, en el caso de los ERE hay miles de trabajadores que han perdido el empleo y que han encontrado una respuesta en las prejubilaciones que nadie puede impugnar o, si las impugnan, que vayan a decírselo (por los populares) a ellos.
—Lo que trataba de decir es que el empleo o el desempleo es un problema gravísimo y concretar medidas...
—Yo esperaba la fórmula mágica del PP pero me he encontrado que en las comunidades autónomas gobernadas por los populares el último mes ha sido desastroso en el empleo. No hay recetas mágicas. Si el PP fuera honesto con la realidad debería ser humilde y reconocer que no hay varitas mágicas, que es un problema financiero, que afecta a la economía y que no somos capaces en Europa de darle solución. Es verdad que aquí el sector de la construcción se ha visto muy afectado porque había un sector inmobiliario que estaba especulando con una burbuja que ha explotado y ha destruido muchos miles y miles de puestos de trabajo.
—Pero habrá alguna propuesta concreta para decirle a los andaluces que hay alguna esperanza...
—Los andaluces tienen plena confianza en sus capacidades. Esta no es la Andalucía que se vende habitualmente. Esta es la Andalucía de la gente que cree en si misma, de la gente que investiga, innova, crea empresa, joven, pujante, no le quepa la menor duda. En todos los ámbitos, desde que comenzó la crisis se han creado más empresas de las que se han destruido. Es verdad que se han desplomado muchas empresas de la construcción y muchas personas que lo están pasando muy mal. Pero no podemos decir ahora mismo que Andalucía no esté capacitada para salir de la crisis. Está capacitada para salir de la crisis como nunca lo ha estado, en cuanto a formación, emprendimiento e infraestructuras. Tenemos todas las condiciones para que, en el momento que haya financiación, salir adelante y para ganar el futuro.
—Todo se resume en un problema de financiación
—Financiación y no saber que simplemente arreglando el déficit no se soluciona la economía. El gasto público es un incentivador de la economía privada y sin gasto público se cae la economía privada. Ha pasado toda la vida. El coctel de mala financiación y al mismo tiempo reducción del gasto público es la mejor receta para no salir de la crisis.
—Se han cometido errores al no controlar el caudal financiero?
—Se han cometido errores, fíjese que en el año 2007,todavía el 70% del crédito que daban las entidades financieras iba al sector inmobiliario. Pero tenemos una autonomía del Banco de España... el problema no era el déficit público, era el endeudamiento privado y, sobre todo, del endeudamiento del sector financiero. Eso es lo que ha explotado. No es una economía que no sea competitiva, es que se ha visto sin financiación y con el desplome del sector inmobiliario que ha destruido miles de empleos en la construcción. Ése es el auténtico problema.
“La agenda del empleo será actividad y responsabilidad”
El presidente insiste mucho en la falta de financiación y en la reducción del déficit público a la hora de buscar una salida a la crisis, especialmente, al volumen tan alto de parados que existe en nuestra comunidad, muchos de ellos procedentes del sector de la construcción, sin formación y que no pueden encontrar un empleo.
—Presidente, vamos a concretar para el futuro, hablemos de su agenda para el empleo
—El objetivo fundamental es un gran compromiso de todas las administraciones, empresarios y sindicatos para el proceso de creación de empleo y lo vamos a jugar en tres áreas. Primero el emprendimiento, segundo la empleabilidad y tercero, planes de choque. Para que se sigan creando empresas competitivas y rentables, lo primero, financiación, mantener una política de avales a las buenas ideas empresariales, y si pueden ser, préstamos. La segunda cuestión, crear el agente del emprendedor, como el médico de familia, esa persona de la administración que va a recoger la iniciativa empresarial, le va a conducir a la financiación y le va a resolver todos los problemas o derivarlo, manteniendo un seguimiento permanente hasta la consolidación de la empresa. Estas ideas las queremos poner en marcha ya mismo, de manera que en verano ya estén funcionando. En segundo lugar, después del emprendimiento viene la empleabilidad, ahí hay que hacer tres cosas. La primera reformar la formación profesional reglada, la segunda adecuar la formación ocupacional a las necesidades reales del mercado y conectarlas con la formación profesional, y la tercera, poner bajo mando único, bajo un único departamento, toda la formación profesional, sea reglada, sea profesional, sea ocupacional continua. Y por último, planes de choque. Los hemos hecho y han sido mucho mejor que las políticas meramente pasivas, como los planes del Gobierno central, Proteja, Empleados, Encaminados. Han funcionado y, sobre todo, han dado respuesta a esas personas de 40 y tantos que mientras se recupera la construcción puedan seguir teniendo oportunidades. Es la agenda básica y la idea que presidirá todas ellas será actividad y responsabilidad, aquellas personas que reciben ayudas con el tiempo se las devolverán a la sociedad. Por eso utilizamos más los préstamos, incluso que a los propios agentes se les pueda retribuir al final de todo este proceso, para que contribuyan a financiar las empresas de emprendimiento.
—¿Cuántos puestos de trabajo autónomos entiende que Andalucía necesita crear?
—Todos cuantos desarrollen actividades de futuro. En autónomos yo diferenciaría entre el trabajador por cuenta propia que va a crear un negocio, al que animaría incluso que experimentara con las fórmulas cooperativas que son las más adecuadas para iniciar una empresa en cooperación, y el autónomo dependiente que necesita un estatuto específico que se empezó a hacer ya con el Gobierno socialista. Creo que hay un trozo de mercado para autónomos importante, porque en determinadas prestaciones de servicio se convierte en un agente de conocimiento y de información. Internet ha terminado de romper el modelo económico que se basaba en el taylorismo, grandes empresas con muchos trabajadores, que cada uno hacía su trabajo sin saber lo que hacían los demás. Hoy las grandes empresas son rentables en la medida de que se comunican con los trabajadores entre sí por intranet y hacia fuera con intranet. Pero ahora lo que la gente necesita son agentes, que le informen, porque lo que quieren es conocer. Hay un espacio para los autónomos impresionante, el que no se meta en esa dinámica está perdido. Por eso me molesta tanto la reforma laboral, volvemos a pensar que trabajadores cobrando una miseria, trabajando no sé cuantas horas y sin ningún tipo de derechos van a ganar el futuro. Habrá que competir con productos que se puedan vender, que tengan calidad.
—¿También la idea es seguir invirtiendo en lo posible en obra pública?
—Más allá de las cosas concretas que hay que hacer, como la Autovía del Olivar o enlazar una serie de puntos de la geografía andaluza que no están bien comunicados, está el transporte ferroviario de mercancías. Para mi es una absesión porque creo que el Puerto de Algeciras es un puerto excepcional, ningún puerto tiene esa ubicación geográfica, tenemos empresas competitivas, un área económica muy importante, pero es una pena que todavía no tengamos los enlaces ferroviarios. A mi se me ha entendido mal, yo no me he opuesto nunca el Eje del Mediterráneo, pero el eje de mercancías que le conviene a Andalucía es el central, porque no solamente nos sostiene la actividad económica en el centro, sino que nos serviría para mantener el equilibrio de la población, contaminaríamos menos, serían más baratos los fletes, llegaríamos antes a los mercados y, sobre todo, algo que no nos damos cuenta, que miraremos más a Andalucía. No sólo somos mediterráneos.
Griñán Vs Arenas
Para competir no hay que convertir al trabajador en esclavo
Griñán es contundente a la hora de marcar las diferencias con su gran oponente, Javier Arenas, líder del PP. Con sólo nombrar el tema de las elecciones ya interrumpe con un “Vamos a ganar” cuando aún no ha dado tiempo a preguntarle qué diferencia a Arenas de Griñán. Casi automática la respuesta: “Él es un hombre de derechas, profundamente conservador y que considera que la economía sostenible es una milonga. Y yo soy una persona que cree en el medio ambiente, en la lucha contra el cambio climático, en la economía sostenible, en la educación, en la innovación, en el conocimiento y que cree que para competir no hay que convertir al trabajador en esclavo”. Pero queda poco tiempo para convencer, a tenor de las encuestas... Aquí sus respuestas son una mezcla de ironía y crítica. De las encuestas dice que “hay de todo”, pero no aclara si manejan sondeos diferentes a los que conocemos todos, y que se fía más de la reacción de sus adversarios. “El principio de ‘ladran, luego cabalgamos’ no me ha fallado nunca”, con lo que interpreta que siguen muy vivos a tenor de cómo se comportan los populares. Entonces, ¿Arenas otra vez perdedor? Vuelve la sonrisa socarrona, pero, sobre todo, la acidez: “Él siempre pierde …”