El niño favorito del Rey se ha pegado un tiro en el pie y anda como la madre patria, cojeando por los ataques casuísticos. Si no me creen, no tienen más que leer prensa y asustarse, porque nos lo ponen todo tan negro que hasta el payaso de Mac Donald, anda ya meditabundo y circunspecto, pensando en vender pastelitos de plastilina, para sanear caja.
Los Eres nos acechan tras las esquinas y como el levante, llegan, cuando uno menos se lo espera y lo peor es que – en realidad-es levantera nacional y no tarifeña y no hay Pepe Jiménez, ni Rosario, ni Camping Rio Jara, que se beneficie de guiris con tablas, en las vacas de los coches, llenando arcas de supermercado y cubateando por la tarde- noche, en la terracita del bar , que daba a la trastienda del camping.
No sabemos qué ha pasado, pero lo que fuera , nos ha aplastado, pasándonos por encima y no hemos cogido la matrícula y lo sabemos por qué ,ya, hasta los que no se enteraban, andan de mala baba y nos pitan en los cruces y ni esa propaganda de “qué es la felicidad” , que algunos andan bordeando por pantallas de LCD, que no saldamos, nos devuelve esa felicidad, de construir en burbujas inmobiliarias y creer que podíamos hacernos ricos , en dos telediarios.
Ahora , andamos al paso de los patos, comemos maíz como los patos y seguramente terminaremos viéndonos con alas y pies palmeados.
¡Lástima de ese sueño americano de ser vaqueros y tener pistolas y casas palaciegas, siendo un mindundi!. Qué pena de nosotros que éramos los primeros de la fila , de los tontos, a base de negociar con suelos y hacer construcciones, donde antes pastaban vacas y de ensolar y tabicar y encalar y pintar y vender cocinas y electrodomésticos y aires acondicionados, por miles y no saber que vendría Satanás , a hacernos pagar la deuda ,de los dineros que otros, meterían en paraísos fiscales, riéndose en nuestras narices y diciéndonos ahora , que, todo este desastroso final, solo es culpa nuestra.
No nos hemos hecho mayores, sino niños, niños de teta gorda que quieren seguir mamando la leche buena y que no saben que la pobre negra, que nos la daba , se ha muerto y la alemana, que nos madrastea está gorda y sana a rabiar, pero no da de mamar, sino que pide, que nos ajustemos el pañal y que vayamos al servicio a hacer nuestras guarradas, porque son guarradas y las tenemos que pagar nosotros, que para eso las hacemos, según ella.
Y así nos va , pobres españolitos, que ya no tenemos casi ni para juergas y que lloramos por subvenciones acabadas y libros gratis, evaporados en la inopia de las reducciones en educación, por pisos hipotecados y casas de película americana devalué, que el suelo rústico es lo que tiene, que si lo legalizan, se lo queda el banco , que nunca pierde, porque se lo fagocita otro más grande , que se lo traga entero, pero sin latosos empleados, que para eso está un Ere oportuno y encima el gobierno les presta el dinero para la compra y todos tan contentos.