Tal y como estaba previsto, José Rosales, jefe de cocina de la Escuela Profesional de Hostelería, recogió ayer el Gorro Blanco con el que el restaurante Gaitán reconoce anualmente a los grandes expertos de la cocina. “Ya me tocaba”, señaló el galardonado, puesto que hace más de quince años, Juan Hurtado, artífice de este premio “pensó en dármelo, pero le dije que había gente con más peso que lo merecía”. Ésta no es la primera vez que Rosales obtiene un reconocimiento. Así, echando un vistazo a su currículum, su talento y maestría en la cocina fueron decisivos para hacerse con el Premio Nacional de Gastronomía. En la actualidad, conservando la cocina tradicional, se ha atrevido a poner en marcha proyectos I+D, “cocina de ensamblaje, se trata de probar y estamos en ello”, señala. Hurtado añadió que “con éste son veinte los gorros blancos que repartimos” y “los cocineros tiramos el fruto por la ventana y al otro día nadie se acuerda de nosotros”.