El hermano mayor de la hermandad de Nuestra Señora de Consolación de Cartaya, Manuel Pérez, así como el resto de su junta de gobierno, vieron como este sábado se cumplía uno de sus principales sueños desde que el 17 de julio de 2011 tomaron posesión de sus cargos: abrir en el municipio un comedor social.
Y es que en menos de dos años han logrado poner en marcha, a través de la obra social de la hermandad, el tercer comedor social de la provincia (los otros dos están en la capital y en Lepe), el primero gestionado por una hermandad religiosa, y uno de los pocos de toda la comunidad autónoma andaluza en el que los usuarios pueden llevarse la comida a casa.
Dicho comedor, según quedó claro en el acto de inauguración, que contó con más de un centenar de asistentes, estará destinado a todas las familias necesitadas de la localidad, que como consecuencia de la crisis económica “son muchas” destacó Pérez.
Pero lo más increíble es que el comedor social Nuestra Señora de Consolación de Cartaya, instalado desde este sábado definitivamente en el edificio que durante unos años albergó el mercado de abastos de la localidad mientras se construía uno nuevo, inició el reparto de comidas (entre 60 y 80 menús diarios) en unas instalaciones provisionales desde el pasado mes de octubre de 2012 y gracias a la colaboración del comedor social de la vecina localidad de Lepe, que gestiona la ONG Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (Fecons). Las nuevas instalaciones tienen ahora capacidad para atender diariamente a unas 200 personas.
Pero para Pérez, el día de la inauguración fue “sin duda”, el día de los agradecimientos “a las numerosas empresas, entidades, instituciones y ciudadanos que a título personal han hecho posible hacer este sueño realidad”.
Pérez quiso por tanto aprovechar la ocasión para agradecer sobre todo la colaboración de la veintena aproximada de voluntarios “que hacen posible todo esto gracias a su desinteresado trabajo diario”. Del mismo modo agradeció el apoyo del Ayuntamiento, que ha cedido a la hermandad el uso del edificio y cuyos técnicos han tramitado una destinada a la realización de las obras de acondicionamiento del local; así como a la asociación Padre Gabriel Contreras, que cedió en su día la parcela donde éste se ubica, la cual fue a su vez cedida a ésta anteriormente para fines sociales por los cooperativistas de la antigua cooperativa del vino y el aceite de Cartaya, en cuyo honor fue descubierto un azulejo en el interior del edificio.
También en el capítulo de los agradecimientos, Pérez también reconoció la colaboración y el apoyo de numerosas empresas locales de los sectores de la construcción, la alimentación, la distribución, la restauración o la agricultura; de las fundaciones Caja Granada y Caja Rural del Sur, de la entidad financiera La Caixa; de la diseñadora local Peña Gracia; de la asociación Madre Coraje; de la Mancomunidad de Municipios Beturia; de la propia Fecons; de varios medios de comunicación; de los más de 30 comedores de este tipo de toda Andalucía que han asesorado a la obra social de la hermandad, pero sobre todo al de Torremolinos que es “el espejo donde queríamos mirarnos”; del centro de rehabilitación de drogodependencias de Cartaya “del que proceden numerosos voluntarios”; del hipermercado Carrefour; y del Banco de Alimentos de Huelva, “del que procede el 70 por ciento de los alimentos del comedor”.
ACONDICIONAMIENTO DEL EDIFICIO
Las obras de acondicionamiento del nuevo edificio, que se han prolongado durante los tres últimos meses y que han permitido transformar un viejo mercado en un comedor social han contado con un presupuesto de más de 50.142 euros, financiados gracias a una subvención tramitada a través de la Mancomunidad de Municipios Beturia en el marco del Programa de Fomento Agrario PFEA 2011, con las aportaciones del INEM (35.883 euros), la Junta de Andalucía (10.693 euros) y la Diputación Provincial de Huelva (3.564 euros).
Las mismas han consistido en la creación de nuevos espacios en el edificio como una cocina, un almacén de alimentos, un almacén de ropa y una oficina. También se ha adaptado los aseos y se han modificado las instalaciones eléctricas y de fontanería para adaptarlas a las necesidades del nuevo uso del edificio.
Al acto de inauguración asistieron representantes del obispado de Huelva y de prácticamente todos los colectivos, hermandades y asociaciones de la localidad, así como de otros municipios vecinos. También se dieron cita en el acto numerosos cartayeros que no quisieron perderse un momento que fue calificado de “histórico” por Pérez. Finalmente destacar la asistencia de los representantes de los distintos grupos que componen la Corporación Municipal.