Las industrias andaluzas han emitido un total de 24,5 millones de toneladas de dióxido de carbono (C02) a la atmósfera durante el pasado año 2012, lo que supone un dos por ciento más respecto al año anterior, según el último inventario realizado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para validar las emisiones de las cerca de 200 empresas andaluzas afectadas por el régimen del comercio de derechos de emisión.
Según ha precisado la Consejería en una nota, el 56,8 por ciento de estas emisiones en Andalucía proviene de la generación de energía eléctrica, sector que registró el pasado año un total de 13,947.676 toneladas de CO2, 0,8 millones de toneladas más que en 2011.
Además de en las centrales de carbón, la electricidad no renovable se produce en Andalucía en centrales de ciclo combinado y en instalaciones de cogeneración, utilizando principalmente el gas natural como combustible. Cuando se altera la proporción de energía producida por estos tres tipos básicos de centrales varía también la cifra total de emisiones, ya que la combustión convencional del carbón produce más emisiones por unidad de energía eléctrica que la combustión del gas.
Según el Informe de emisiones del sector industrial elaborado por la Junta, las centrales de carbón han emitido un 29 por ciento más que el año pasado --2,2 millones de toneladas de CO2 más--, mientras que las que funcionan con gas en ciclo combinado han disminuido sus emisiones un 27 por ciento con respecto a 2011, lo que se traduce en 1,4 millones de toneladas menos.
El resto de las emisiones de gases invernadero procede de la cogeneración (12,8 por ciento), refino (12,7 por ciento), cementero (11,5 por ciento), combustión (2,3 por ciento) y de otros sectores (3,6 por ciento).
Según estos datos, el sector del refino del petróleo, con peso importante en las emisiones industriales, se ha mantenido constante respecto a años anteriores, mientras que el tercer gran emisor, el sector cementero, acusa una vez más el impacto de la crisis de la construcción y disminuye un 7,8 por ciento sus emisiones en relación con el año anterior.
Por su parte, el sector cerámico, que este año disminuye sus emisiones un 27 por ciento respecto a 2011, se sitúa en última posición, con una contribución casi testimonial del 0,6 por ciento de las emisiones industriales, a pesar de tener un elevado número de instalaciones, el 30 por ciento del total.
De esta manera, si se excluyen las emisiones de las centrales de generación eléctrica con carbón, las industrias andaluzas han emitido un 10,17 por ciento menos que el año anterior; en concreto, 1.654.623 toneladas.
Desde la Junta han querido destacar que aunque los resultados de 2012 han sufrido un leve incremento, las industrias andaluzas están aún "muy por debajo" --un 27 por ciento menos--, de los niveles que se alcanzaron en 2007.
En cuanto al coste que supone el régimen del comercio de derechos de emisión para las empresas en 2012, el único sector que ha tenido que comprar ha sido el de generación de energía eléctrica, que ha necesitado tres millones de derechos, mientras que al resto de los sectores le sobran cinco millones.
AUTORIZACIÓN DE EMPRESAS
En Andalucía existen alrededor de 200 empresas autorizadas para la emisión de gases de efectos invernadero que tienen la obligación de presentar el informe de notificación de emisiones de CO2.
Según ha recordado la Junta, estos permisos comprometen a las empresas a someterse a un seguimiento anual por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, que les exige la presentación de un informe verificado con el objetivo de controlar la emisión de este tipo de gases. Se trata de controles que se realizan a través del análisis y seguimiento de los combustibles y materias primas utilizadas.
Asimismo, la Junta realiza de forma continuada inspecciones para que todas las empresas con este tipo de instalaciones dispongan de la autorización correspondiente y cumplan también con los requisitos establecidos en la normativa vigente en esta materia. Para solicitar la asignación de derechos de emisión de gases a la Administración central, que ostenta la competencia, es condición necesaria para las empresas afectadas tener la autorización de emisión que concede la Junta de Andalucía.
RÉGIMEN DE COMERCIO DE DERECHOS DE EMISIÓN
El objetivo del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) es que cada instalación cumpla con el objetivo específico que le marca su asignación, ya que la emisión de CO2 por encima de lo asignado supone tener que comprar derechos en el mercado, y la emisión por debajo de lo asignado permite poder vender los derechos sobrantes.
Esta posibilidad de comprar y vender derechos en los mercados de carbono es la característica principal del régimen de comercio, que por otra parte permite que se cumplan los objetivos de reducción de emisiones de la industria establecidos a nivel europeo, dado que la cuota de emisión global europea, repartida por Estados miembros, no puede rebasarse.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de un país se dividen en dos grandes grupos; a saber, las emisiones de CO2 de las instalaciones industriales afectadas por la directiva europea que regula el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, y el resto de emisiones que constituyen el sector difuso, en el que están incluidas las emisiones procedentes de otras actividades industriales, el sector agrario, el sector residencial, institucional y comercial, el tratamiento de residuos y el "más importante de todos", el sector del transporte.