El fútbol español, que se quedó este pasado jueves sin representantes en la Copa de la UEFA, tras la eliminación del Valencia y el Deportivo de La Coruña en los dieciseisavos de final de la competición, concluyó de esta manera su peor participación de las dos últimas décadas.

De hecho, para encontrar un resultado peor al cosechado en esta ocasión hay que remontarse a la temporada 90-91 cuando ningún equipo fue capaz de superar la ronda de dieciseisavos de final.

En aquella ocasión, los tres representantes españoles cayeron precisamente en dieciseisavos de final: el Valencia ante el Roma por un resultado global de 3-2, el Sevilla frente al Torpedo de Moscú (4-3) y la Real Sociedad contra el Partizán de Belgrado por 4-3 en la tanda de penaltis tras empatar 1-1 en la eliminatoria.

La presente edición de la UEFA comenzó con cuatro representantes: Racing de Santander y Sevilla, que cayeron en la fase de grupos, además del Deportivo y el Valencia, que cayeron a manos del Aalborg danés y el Dínamo de Kiev ucraniano, respectivamente.

La sensación de fracaso es todavía mayor por cuanto el fútbol nacional se había convertido en el auténtico dominador de la competición en los últimos años con tres títulos en las últimas cinco temporadas: Sevilla (2006-2007 y 2005-2006) y Valencia (2003-2004).

Pero además, desde la temporada 94-95 siempre había habido al menos un representante español en los cuartos de final de la Copa de la UEFA.

También destaca que el Alavés llegó a la final de la temporada 2000-2001, en la que cayó ante el Liverpool, del mismo modo que en las cuatro ediciones anteriores hubo un conjunto de nuestro país en semifinales: el Atlético en las ediciones de 98-99 y 97-98, el Tenerife en la 96-97 y el Barcelona en la 95-96.