El ex jefe de la Policía Local de Marbella Rafael del Pozo reiteró ayer ante el juez del caso Malaya que las tres pistolas intervenidas en la Jefatura se las dio el ex alcalde Jesús Gil, ya fallecido, e insistió en que las armas estaban “sin guiar” porque el armero se encontraba de baja.

Del Pozo prestó ayer declaración indagatoria en relación con su imputación por tres delitos de tenencia ilícita de armas, hechos que se investigaban en una pieza separada y que se han unido a la causa principal después de que el instructor del caso dictara un segundo auto de procesamiento.

El ex jefe de la Policía Local, detenido en tres ocasiones por el caso Malaya, está procesado además por dos delitos de encubrimiento, tráfico de influencias, cohecho, falsedad documental, apropiación indebida y omisión del deber de perseguir delitos.

En declaraciones a los periodistas, el abogado de Del Pozo, Jorge Mansilla, señaló que su representado se ha ratificado “parcialmente” en su primera declaración, en la que aseguró que las armas se las entregó Gil “diciéndole que eran de un amigo que era militar”. Mansilla aclaró que el armero estuvo de baja más de dos años, por lo que las armas se encontraban “sin guiar” cuando fueron intervenidas en el registro de la primera fase del caso Malaya.
Subrayó que si la intención de Del Pozo “hubiese sido tener armas ilegales en su poder” no las habría depositado en el armero de la Jefatura, sino en la caja fuerte de su casa, que no fue registrado, y negó que exista “ninguna finalidad ilícita en que la Policía Local tenga esas tres pistolas”.

Además de Del Pozo, ayer prestaron declaración indagatoria por el caso Malaya el ex concejal Rafael González y cinco nuevos procesados, entre los que se encuentra el tasador José Mora, mientras que la comparecencia del Juan Antonio Roca quedó aplazada para el 30 de marzo debido a problemas de salud del ex asesor urbanístico.