El Ibex ganaba esta semana casi un 4% y cerraba por encima de los 7.700 puntos. Hay mucha gente contenta porque quiere ver en este rebote algo más que eso...
El Ibex ganaba esta semana casi un 4% y cerraba por encima de los 7.700 puntos. Hay mucha gente contenta porque quiere ver en este rebote algo más que eso, quizás porque en los últimos días se ha dejado sentir una ola de optimismo procedente de EEUU que casi podríamos decir que hay necesidad de que se contagie. La cuestión es si realmente esa ola está basada en datos ciertos o es eso optimismo ante la bajada de popularidad de Obama. Los nuevos planes de EEUU y las llamadas al optimismo de Bernanke han causado buena impresión, pero los mercados siguen sin creerse la mayor. Claro que si EEUU sale de la crisis, y lo hará antes, arrastrará a Francia y a Alemania y éstos a nosotros. Aquí el asunto es cuándo se producirá eso y cuándo empezarán a reflejarlo las bolsas. Siguen siendo legiones los que no ven que ese momento se vaya a producir en meses. Claro que los hay que ven en este rebote oportunidades de compra.
Es verdad que la Bolsa está barata a los niveles actuales siempre pensando en una inversión a largo plazo. Pero la desconfianza y el miedo atenaza a muchos que no se atreven, bien porque no vean que se haya hecho suelo, bien porque quieren esperar y comprar a precios más bajos.
El caso es que en la Bolsa aún hay poco dinero y por eso la duda de la fortaleza de las subidas. El plan millonario de la Reserva Federal norteamericana da miedo. De hecho, Alemania y Francia no tienen nada claro que haya que seguir poniendo dinero encima de la mesa ad infinitum. Hay que esperar nuevos datos sobre el impacto que todo lo hecho hasta ahora haya podido tener. Mientras, seguiremos vacilantes.
En España con más motivo, ya que por más que desde todos los frentes le señalan al Gobierno el peligro de su política de inacción, éste sigue imperturbable. Nos sacarán sí, exportaremos cuando otros puedan comprar. Pero ¿qué país vamos a hacer, qué modelo tendremos, otra vez el ladrillo? Cuánto tiempo más hay que esperar para iniciar esas reformas estructurales de las que ya hasta uno se cansa de hablar, pero son más importantes y urgentes cada día que pasa.