El debate sobre la verdadera utilidad de las comandancias de la Policía Local vuelve a ser noticia. De las tres, la “subjefatura” de la Zona Norte es la más problemática de todas. Enclavada en las Casitas Bajas, el sindicato CCOO denuncia la difícil situación de los agentes que trabajan allí. “Nos sentimos degradados y no podemos continuar con nuestra labor en estas condiciones”, señalan.
El colectivo reprocha al Ayuntamiento su decisión de ubicar estas instalaciones policiales en pleno corazón del Polígono San Benito, un lugar apartado del resto de la ciudad y donde sus vecinos han perdido el “respeto” a los agentes del 092 adscritos a esta comandancia. De hecho, en más de una ocasión les han tirado botellas y huevos. Aún no ha habido agresiones, pero sí encaramientos y amenazas diarias.
La pareja de policías que hace guardia en esta comandancia ha llegado a temer por su integridad física, sobre todo cuando la Policía Nacional ha realizado alguna redada en el lugar. Tras desmantelar el dispositivo de seguridad, se quedan solos al frente de la comandancia una pareja de policías en segunda actividad para todo el barrio, donde residen varios clanes conflictivos “que podrían tomar represalias”. Si el 092 es el primero que se siente inseguro haciendo su trabajo en estas dependencias, CCOO se pregunta cómo van a poder desempeñar sus funciones de policía de proximidad, propósito con el que nacieron estas instalaciones. “El concepto de policía de barrio se ha quedado desvirtuado. Nuestro trabajo no está dignificado”, apuntan.
En líneas generales, un cúmulo de circunstancias por las que se sienten “humillados” y “vejados” y que ha dado lugar a que en losn últimos tiempos se hayan dado de baja más de veinte policías. El sindicato culpa al jefe de la Policía Local, Manuel Cabrales, “que nunca nos ha representado” y exigen a la delegada de Seguridad, Mª Carmen Martínez, una respuesta a sus quejas. Para CCOO, la mejor salida a este problema es que la comandancia vuelva a la ubicación anterior, en las viviendas sociales de la Plata, un lugar “integrado” en el núcleo urbano donde sí ejercían como policías de barrio, atendiendo a las demandas de los vecinos y comerciantes.
En caso de no haber entendimiento ni soluciones CCOO sería el segundo colectivo sindical que declararía la “guerra” al Ayuntamiento (el primero el SIP por la falta de medios para trabajar).
Recordar que cuando Martínez tomó las riendas del área de Seguridad tras el cese de García Bermúdez, anunció cambios en la Policía Local, y algunos de ellos incumbían al funcionamiento de las comandancias, aunque aún no ha desvelado cuáles son esas modificaciones.
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