Las cosas más que empezarlas bien, lo que hay que hacer es realizarlas bien y concluirlas mejor. Una temporada más se alzó el telón en la Segunda División B, un lugar en la que ‘el histórico’ Real Jaén, el nuestro, tiene, salvo en escasísimas ocasiones, un sitio asegurado desde que se creó allá por el año 1.977. Antes también, salvo en contadísimas campañas, la Tercera División era el lugar donde los blancos jaeneros competían, con el apoyo su siempre escasa, -ahora los tiempos parece que están cambiando- pero fiel afición.
Aunque hay quien dice que ‘’todavía queda mucho’ o “esto no ha hecho nada mas que empezar”, referencias que he escuchado infinidad de veces, me quedo con hacer siempre las cosas bien al principio, en medio y al final. Como amante del refranero español, las frases expuestas otorgan una filosofía en la que se nos intenta convencer que “si se empieza mal, hay tiempo para rectificar”.
Bien es cierto que, si se producen, los errores iniciales son subsanables, pero no habría que arreglarlos si no se cometieran, porque no podemos olvidar que en esto del fútbol, la única que marca el devenir de los éxitos o los fracasos es la pelota. Todo depende si quiere alojarse o no, en las redes propias o del rival. Si lo hace en estas, se resaltará el buen trabajo de los directivos y director deportivo, el nivel de los jugadores, los conocimientos del entrenador y la grandeza de la entidad. Si ocurre al contrario, para que voy a perder tiempo y espacio en resaltar, si todos los sabemos, cuales son los calificativos que aparecen en las voces de los seguidores y, hasta en las que no lo son, que han visto como, en sólo un abrir y cerrar de ojos, se ha pasado del éxito al fracaso.
Con solo dos jornadas disputadas, todavía queda todo por ver y jugarse. Confío, en ‘mi equipo’ en lo futbolístico y en el trabajo que realizarán los profesionales que ahora lo defienden. A ellos les doy un consejo, que espero lo acepten: Pensad aquello de “quien da primero da dos veces”, y ya toca ganar si se quiere estar al final de temporada en el lugar que se han marcado como objetivo.
Y no me gustaron los insultos que recibieron los ex jienenses Servando y Machado, pero sobre todo Juanma. El que fuera ‘8’ blanco no mereció ser increpado de la forma que se hizo por los aficionados, y mucho menos, el incidente protagonizado por su padre, que no pudo aguantar más lo que en su entorno se decía de su hijo.
Aunque no podemos catalogar su actitud como correcta, yo pregunto: ¿Usted qué hubiera hecho en su lugar? ¿Callar o salir en su defensa? Respondan con sinceridad. Seguro que piensan lo mismo que yo.