La iglesia de Santa Catalina, vuelve a tener vida. En la mañana de hoy, ha tenido lugar una visita guiada por el interior de las naves del templo, aún desnudas por motivo del proceso de restauración. En ella, han estado presentes tanto el arquitecto de la obra,
Francisco Jurado Jiménez, como la arqueóloga,
Olga Guerrero,
encargada de analizar los dfirentes yacimientos encontrados tanto en la nave principal, como en el altar mayor de la iglesia. Así mismo, el alcalde de la ciudad,
Juan Ignacio Zoido y el arzobispo
Juan José Asenjo, también han estado presentes en la visita, cerrando con la rúbrica de colaboración por parte de ambas entidades, el convenio para sufragar parte de los gastos de la restauración de Santa Catalina.
En la actualidad las obras en la iglesia de
Santa Catalina, se encuentran en su
primera fase de ejecución, la rehabilitación de la fachada del templo y las excavaciones arqueológicas. Uno de los datos más interesantes obtenidos a día de hoy es que
la planta actual de la iglesia pudiera no ser la original con la que se concibió el edificio. Esto es debido a la aparición de varias parejas de pilares, las cuales no coinciden ni en número, ni en emplazamiento con los actuales. Dada esta circunstancia, se cree que
la nave central del templo sería mucho más estrecha que la actual, los arcos serían cuatro en lugar de tres (derribado uno de ellos por la Hermandad de la Exaltación, para que pudiera salir la cofradía del templo)
, siendo éstos más bajos y en forma de herradura, más acordes a la portada primitiva, camuflada tras la de Santa Lucía, añadida en la restauración de 1926.
A día de hoy se está terminando el estudio y la documentación de las
fases de enterramiento correspondientes a los siglos XV y XVII. Todo ello de la mano del equipo de arqueólogos, dirigidos por
Olga Guerrero. En este estudio, se ha constatado que las excavaciones apuntan a que los enterramientos pueden ser previos al edificio cristiano, perteneciendo al
urbanismo islámico propio del siglo XIII.
En lo que se refiere al
ábside, se está empezando a recuperar
el presbiterio previo a la construcción de la Capilla Sacramental, una obra que terminó cambiado de forma sensible la fisonomía de todo el templo. En la
nave central , se está
estudiando la antigua planta del edificio, al tiempo que se terminan de levantar los enterramientos de época moderna.
En cuando a los
pies del templo, se ha realizado una profunda excavación
en los resto de un coro, coetáneo a la capilla Sacramental. El mismo, se ve que debió ser abandonado a finales del siglo XIX. En lo que respecta a la
estructura del edificio, los trabajos arqueológicos definen que su
ubicación temporal ha de estar en la
transición entre el mundo islámico y cristiano. Lo mismo que ocurre con el
redondillo del templo.
Por último, se está realizando un
estudio paramental con vistas a fechar y caracterizar los elementos construidos que han llegado hasta nuestros días. Este trabajo podría permitir la recuperación de
las decoraciones de la torre, perdidas con el devenir del tiempo y la distintas reformas que la iglesia ha sufrido. Así han de
continuar los trabajos de esta primera fase, a expensas del
comienzo de la segunda, la cual ya cuenta con
proyecto presentado.