Tal como adelantaba Estepona Información en su edición del pasado 2 de mayo, la Plataforma Vecinal de Estepona había decidido convocar una concentración-manifestación, en la plazoleta Ortiz, para el próximo 4 de junio, en protesta por los retrasos de las obras de las calles Málaga y Caridad. También, tal como se informaba, el concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento de Estepona, Eduardo Alarcón, había convocado a los representantes del colectivo vecinal para una reunión en la que, junto a éstos, asistieron miembros de las asociaciones de vecinos de las calles afectadas por estas obras.
En el encuentro, Alarcón ofreció las explicaciones que los vecinos demandaban y que vienen a resumirse en la falta de dinero del Ayuntamiento como causa fundamental de los retrasos.
Los vecinos mostraron al edil su desasosiego viendo la lentitud con que se han ido desarrollando los trabajos, que se arrastran desde hace dos años, y que deberían haber concluído a finales del pasado año. La desesperación de los vecinos, y la amenaza de ruina económica de los establecimientos comerciales de la zona, comentan desde la Plataforma, es lo que les ha llevado a que, ante la inminencia de la temporada estival y viendo el estado actual de las obras, se haya decidido convocar esa concentración.
Lo más preocupante para los miembros de la Plataforma es que, después de la reunión con Alarcón, no tienen asegurado que se vaya a cumplir con la última fecha prevista en el enésima prórroga, la del 30 de junio, puesto que aunque se está al corriente de pago en las certificaciones presentadas hasta el mes pasado por el contratista y, al parecer, se aseguraba que se han provisto los fondos necesarios para la certificación correspondiente al mes de abril, mientras no se apruebe una certificación de acopio de materiales, “parte del león del presupuesto de las obras”, no se garantiza mantener este ritmo de trabajo más allá de finales del presente mes de mayo.
Desde la Plataforma se señala que “conocida la actitud a que nos tiene acostumbrados este Ayuntamiento, la simple buena voluntad no permite albergar esperanzas de resolución de la financiación de la obra, por lo que se duda justificadamente del cumplimiento del plazo anunciado”, es decir, la desconfianza en que se puedan concluir las obras en los plazos establecidos es total.
Todo ello consideran que es motivo sobrado para justificar la manifestación, para la que ya se han pedido los permisos oportunos, porque, subrayan, “los vecinos de Estepona quieren denunciar nuevamente la falta de responsabilidad de los políticos locales, su menosprecio de los intereses de los ciudadanos y su impasibilidad ante los problemas que se padecen, agravados actualmente por la penuria económica que oprime nuestro pueblo y de la que el Ayuntamiento no es ajeno por la exagerada presión fiscal a que nos somete”.
Encuentros políticos
La Plataforma sigue en su afán de trasladar los problemas de Estepona a otras instancias políticas e institucionales. Así, mientras siguen a la espera de respuesta del secretario general del PSOE de Málaga, el 18 de mayo se van a reunir con el coordinador provincial de IU y parlamentario andaluz, José Antonio Castro.
Los adoquines pueden tener ahora la culpa
La reunión con Alarcón ha servido para confirmar sus peores temores. Los representantes de la Plataforma Vecinal de Estepona han sabido, de primera mano, cómo están las cosas. Alarcón les habló muy claro, todo el problema ha venido derivado de la falta de dinero del Ayuntamiento. Ahora, al parecer, se va al día respecto a las certificaciones presentadas por el contratista de las obras, incluso se asegura que hay provisión de fondos para poder atender el resto de certificaciones, pero hay un problema que puede hacer peligrar la continuidad de la obra, una certificación por acopio de material, la más elevada de todas, para la que, a estas alturas, no se tiene claro que se pueda hacer frente. Sí eso ocurriese, la obra quedaría de nuevo paralizada porque no habría material -lease adoquines sobre todo- y no se podría continuar. Los peores presagios señalan que a finales de mayo puede que se asista a una calles perfectamente hormigonadas, incluso niveladas, pero sin adoquines porque no hay dinero para pagarlos. Ojalá se equivoquen, sería imperdonable.