El discurso de Zapatero en el debate sobre el estado de la nación nos dejó cosas sorprendentes, incoherentes, incompletas y, sobre todo, algunas sin información económica del coste para el contribuyente. Pero sin ninguna duda, en mi opinión, la más increíble es que por ley se va a imponer el nuevo modelo económico de este país. Por ley se acabó el ladrillo y el consumo. Una vez que se apruebe la Ley de economía sostenible, a lo que se dedicarán 20.000 millones de euros, el Gobierno dirá dónde y cuánto y cuándo hay que invertir. ¿Y cuál es esa economía sostenible o verde? ¿Cuáles son los sectores por los que el Gobierno apuesta y hacia dónde debe dirigirse la inversión en los próximos años para acabar con ese pozo de especulación y corrupción que ha sido el ladrillo? Pues, entre otras, las ciencias de la salud, la economía social, lo ligado al cuidado de los mayores y los discapacitados, energías limpias y lucha contra el cambio climático, reciclado, sociedad de la información, rehabilitación y gestión medioambiental. Este nuevo modelo económico generará, dice el presidente, puestos de trabajo de calidad que absorberá la mano de obra de la construcción. ¡Y dos huevos duros! Mientras tanto, nos proponen una amenaza de supresión de la desgravación por compra de vivienda, que no es más que una subida de impuestos y equiparar la deducción por compra con la del alquiler. No dicen que difícilmente con el límite de 24.000 euros brutos anuales de sueldo máximo. El sector ya ha dicho que este no es el camino para limpiar el stock de viviendas que no encuentran comprador y que algunos cifran en un millón. Creen que el límite que se ha puesto es bajo y que quitar deducciones en este momento es negativo. Sin embargo, Rodríguez Zapatero sabe muy bien que todo lo que sea vender subir los impuestos a los ¿ricos? le reportará adhesiones y estamos cerca de unas elecciones y cuando entre en vigor cerca de las generales. Sólo haría falta informarse para darse cuenta de las trampas que se hace en el solitario, pero esto ya es cuestión de cada uno enterarse y no comprar más motos averiadas.