La dirección de Abengoa ha anunciado a sus trabajadores hoy lunes que va a plantear una "racionalización" de la estructura organizativa, que podría afectar hasta a un 10% de la plantilla en España, unos 500 empleados. Esta cifra es nueva, ya que desde que la empresa inició su crisis en septiembre pasado, la cantidad de empleados en España se estimaba en 7.000. Es decir, dos mil personas han sido despedidas, no renovadas o han abandonado la compañía voluntariamente en los últimos ocho meses. Aún así, la empresa se ve obligada a tomar medidas contra otros 500 trabajadores.
La plantilla actual de Abengoa en todo el mundo supera los 17.000 profesionales, lo que supone un descenso de 11.000 personas respecto a los 28.000 empleados que la firma declaró tener a cierre de 2015. Es decir, casi un tercio de la plantilla de la empresa a escala global se ha esfumado en sólo cuatro meses.
Según una carta, remitida a los trabajadores por los máximos directivos de la compañía Antonio Fornieles, presidente, y Joaquín Fernández de Piérola, consejero delegado, la compañía reconoce que se trata de una "decisión difícil, pero absolutamente necesaria para ser más eficiente y avanzar hacia una nueva estructura, más ajustada al volumen de negocio previsto en el plan de viabilidad".
"Resulta necesario recorrer este camino hacia la nueva Abengoa, en la que llevamos trabajando tan intensamente tantos meses", ha aseverado la empresa, que recuerda los ajustes ya efectuados y las medidas de reducción "drástica" de gastos generales y "avanzar hacia una organización más eficaz, eficiente y transparente".
Entre esas medidas se encuentra "la simplificación societaria, reducción de consejos y posiciones directivas, optimización de gastos de viajes, ajustes de sistemas e infraestructura de informática y móvil, así como la potencial reubicación de diversas oficinas e instalaciones de la compañía en algunos de los países donde operamos".
Asimismo, en una nota la compañía ha explicado que con esta reestructuración reacciona a la persistencia de la "ralentización" de sus actividades como consecuencia de la situación que atraviesa y continúa avanzando así con su proceso de racionalización y adaptación de su estructura organizativa con el objetivo de "prepararla para los nuevos retos que afronta".
Estas medidas, enfocadas al cumplimiento de los objetivos marcados en el plan de viabilidad, suponen "un avance en el proceso hacia la nueva etapa de la compañía, en la que se continúa trabajando".
Del mismo modo, el grupo ha recordado que desde el pasado mes de diciembre y tal como se anunció en la presentación del plan de viabilidad, está llevando a cabo un proceso para la racionalización de los gastos generales, lo que podría conllevar a valorar "la posible reubicación de diversas oficinas e instalaciones de la compañía".
"Abengoa posee un enorme valor como compañía viable, saneada y rentable, y por ello, continúa trabajando intensamente con el objetivo de completar el acuerdo que le permita recuperar la normalidad en sus actividades y seguir generando valor", ha aseverado la compañía, que precisa que dentro de su plan de reestructuración plantea un ajuste de tamaño para adaptarse a su nueva realidad y encarar la nueva etapa con una organización más eficiente y competitiva. Esta reorganización tiene como objetivo "poder retomar la actividad normal de la compañía con la máxima rapidez".
Por otro lado, en la carta remitida a los trabajadores, la dirección ha recordado la "importante transformación" acometida para "convertirse en una organización mas eficiente y flexible capaz de competir con éxito en el mercado global y superar la actual etapa de tensión financiera".
Inciden en la necesidad de "ayudar a recuperar la regularidad y mostrar capacidad para generar valor", tras lo que han agradecido el "compromiso de los trabajadores en los últimos meses para abordar una etapa decisiva en el proceso de reestructuración, deben llevarnos a una Abengoa líder y competitiva".