Cada día asustan a los británicos con malas noticias sobre las consecuencias terribles que tendría para su economía la salida de la Unión Europea. Una cuestión que se dirimirá en un referéndum el 23 de junio, tres días antes de las elecciones españolas.   La verdad es que hay una cultura política diferente y David Cameron no gana dando sustos a los países europeos, al G-7 y al propio presidente  Obama con sus iniciativas en el filo de la navaja  una vez sobre si Escocia permanece en el Reino Unido y ahora sobre si el Reino Unido se queda en la Unión Europea, porque -aunque insular- continuará siendo europea y anglosajona a la vez y un país unido por la Reina, su cultura jurídica y el ingles pero con multitud de razas, etnias y países de origen  diverso. Tantos como territorios contó el Imperio Británico.
Ayer los más importantes empresarios españoles se unieron a la campaña del Sí. Telefónica, Inditex e Iberdrola lo han dicho, pero lo mismo haría el Santander o nuestro sector turístico al completo que recibe 15 millones de turistas británicos. Del mismo modo las grandes corporaciones  al otro lado del Canal de la Mancha y también las mundiales se posicionan en idéntico sentido, los economistas prevén una bajada del PIB de al menos un 3%, y muchos etcéteras.
Pero el mundo es también, y sobre todo,  corazón. Y la gente de corazón europeo han lanzado una campaña: “Hugabrit” se llama. Hug a briton (Abraza a un británico). De repente las redes sociales –Facebook, Twitter, Linkedin, Telegram, Periscope, Instagram…- se han llenado de gente abrazándose y enviando un mensaje más efectivo y afectivo que las cifras. “Somos un grupo de ciudadanos europeos que queremos que permanezcáis en la UE. Esta es nuestra bomba de amor” es el mensaje central. Lo agradecerán los miles de jóvenes españoles que están en Gran Bretaña trabajando y estudiando. Para el abrazo en la Costa del Sol lo tienen muy fácil, en el Campo de Gibraltar no digamos, están junto a 30.000 yanitos británicos que quieren seguir en la Unión y en las demás provincias andaluzas desde Lord Byron, el Duque de Wellington,  Richard Ford o Gerald Brennan   no han faltado ingleses. Hasta en la feria de Sevilla había siempre un escocés, al que El Pali dedicó unas sevillanas.. Abrácenlos. Por Europa.