El centro trabaja para reducir el consumo eléctrico, de agua, papel y cartón
El Hospital Clínico de Puerto Real ha obtenido la certificación que avala la calidad de su Sistema de Gestión Ambiental. Se trata de la norma UNE EN ISO 14001: 2004, otorgada por la Agencia Española de Normalización y Certificación (AENOR), que respalda el esfuerzo, el compromiso y la responsabilidad del hospital y sus dos centros periféricos de especialidades en El Puerto y Chiclana, así como el interés, trabajo e implicación de sus profesionales en materia medioambiental.
Según informaron fuentes de Salud, el proceso de certificación ha pasado por varias fases desde la adquisición del compromiso en esta materia hasta la consecución del distintivo. Entre ellas, han estado una evaluación inicial --para conocer el punto de partida y valorar los elementos a mejorar--; la elaboración de procedimientos y pautas de trabajo; y la puesta en marcha del Sistema de Gestión Ambiental del centro, integrado en el sistema del Servicio Andaluz de Salud (SIGA-SAS), con dos auditorías superadas el pasado año.
El Hospital de Puerto Real asumió en 2005 la responsabilidad y el compromiso de añadir a su gestión la ética medioambiental, un programa que se inició con la sustitución de las calderas del centro por placas solares. Su aplicación ha permitido reducir, entre otros aspectos los niveles de emisiones de CO2 a la atmósfera, mediante la sustitución del gasoil por gas natural y las mencionadas placas solares para la obtención de agua caliente sanitaria.
Asimismo, ha disminuido el consumo de energía eléctrica en un 60% a través de la promoción del ahorro energético y la sustitución de 171 lámparas de las zonas comunes por sus equivalentes de bajo consumo, así como el de agua mediante la implantación de planes de mantenimiento de locales húmedos y el fomento de su uso responsable.
Además, se han emprendido otras acciones tales como la sustitución de todos los equipos de Rayos X convencionales por equipos digitales, de forma que se ha eliminando el 100% de las sustancias contaminantes en el vertido a la red de saneamiento; la promoción del uso del papel reciclado (un 50% del total) y la recogida selectiva de residuos como papel, cartón, envases ligeros, mobiliario, equipos eléctricos, palets, aceites vegetales, tubos fluorescentes y lámparas, así como cartuchos de tinta y toners.
Estas actuaciones suponen reciclar 80 toneladas de papel y cartón al año; ahorrar en energía eléctrica a diario un consumo similar al de 240.000 personas y 6.700 en el caso del agua.