Las nuevas tecnologías han entrado con fuerza desde hace algunos años en multitud de sectores económicos, transformándolos en gran medida. El sector de la salud no se ha quedado atrás tampoco. A pesar del factor físico y presencial que a priori podría llevar consigo, lo cierto es que la
telemedicina desde casa cada vez es más común.
Y es que en la práctica, en muchas ocasiones, los desplazamientos hasta consulta se realizan para algo rápido que bien se podría solucionar vía telemática, mucho más eficiente tanto para paciente como para el médico y los demás pacientes.
La tecnología como aliado para cubrir carencias
La Junta de Andalucía tiene claro que existe un déficit en la atención sanitaria y que éste puede suplirse o, por lo menos, mejorar, a través de la medicina a distancia. Sobre este tema, precisamente, la Junta realizó un encuentro en mayo de este año, donde distintos expertos de distintos rincones de la comunidad autónoma expusieron su visión sobre
cuánto tiene que desarrollarse este modelo para que pueda cumplir unos los objetivos exigentes con los que se está impulsando.
Fundamentalmente esta herramienta
es útil para enfermos crónicos o familias con niños pequeños o ancianos cuya relación con el médico ya está bastante consolidada de alguna manera y se trata más de un seguimiento que de una nueva consulta. Esta consolidación es importante porque
el médico debe conocer al paciente y su entorno de la mejor manera posible para poder entender bien su realidad y poder hacer un diagnóstico lo más fidedigno y acorde con su situación.
Jesús Trancoso Estrada, jefe de servicio de TICS en la Consejería de Salud, en su intervención sobre “Telemedicina en el Sistema Sanitario Público de Andalucía” destacaba una reflexión del que fuera comisario europeo de Salud y Consumo, John Dalli, de 2010 a 2014. Este afirmaba que
si antes se pedía una segunda opinión, actualmente se pueden consultar decenas de opiniones en cuestión de minutos.
Y este, en realidad, es uno de los puntos fuertes del contexto por el que la tecnología debía irrumpir también en el sector salud, aunque no el único.
Son distintos los retos a los que la medicina a distancia se tiene enfrentar y, en muchos casos, la propia barrera para su implantación definitiva es la resistencia por parte de los propios médicos y los pacientes, pero también otras fórmulas como la falta de recursos para poder implantar un sistema que reduzca las diferencias con la medicina tradicional.
Pilotos, proyectos y casos de éxito en la Sanidad Pública
Por otra parte, además,
existen ya distintos programas y pilotos que se están llevando a cabo como Diabetic, la plataforma de telemedicina para la gestión del paciente diabético, en el Hospital de Puerto Real, donde ya antes, con este colectivo, existía una atención vía telefónica.
Los esfuerzos en este ámbito son bastante latentes y si bien queda mucho por desarrollar
, el Hospital Virgen Macarena, uno de los más reconocidos en toda Andalucía, ha hecho una apuesta firme lanzando su Plan de Salud Digital, para difundir la telemedicina.
Este programa resulta pionero a nivel tanto estatal como de la Unión Europea y busca mejorar la actual atención al cliente a través de su sala digital y de la red de salud digital.
Así, esta área del Hospital Virgen de la Macarena que comenzaba con un servicio de teledermatología, ha puesto en marcha también teleictus o telefarmacia y va desarrollando nuevas funcionalidades y temas con respecto a su demanda.
El sistema sanitario andaluz está desbordado desde hace tiempo, con
listas de espera de 85 días, a pesar de haber invertido el nuevo gobierno cerca de 37 millones de euros para mejorar los plazos.
Estos plazos, seguramente no se pueden hacer más cortos a través de sistemas de telesalud, porque en muchas ocasiones se tratan de intervenciones que no se pueden hacer a distancia, sin embargo la
telemedicina puede ser una buena herramienta para poder agilizar pasos previos.
La implantación de la salud telemática en centros privados, mucho más extendida
En
centros médicos privados, por otra parte,
la medicina online está casi a la orden del día. Son muchos los pacientes que hacen sus consultas a través de Internet, en cualquier tipo de dispositivo, pudiendo pedir cita para poderse ver con el médico vía webcam desde casa si no les da tiempo a ir a consulta físicamente o si viven lejos y prefieren no perder tiempo en desplazamientos para algo que pueden resolver online. Muchas clínicas de las grandes capitales andaluzas (sobre todo Málaga, Sevilla y Granada) lo ofertan en multitud de especialidades, tales como la psicología, la medicina sexual, la ciurgía estética o la nutrición. Siempre habrá, por supuesto, otras disciplinas médicas más presenciales como la fisioterapia, la oftalmología o la cardiología.
¿Será esta la forma principal de ejercer la medicina del futuro? Habrá que esperar para saberlo, pero lo que está claro es que
la medicina en sí cada vez estás personalizada, a nivel de tratamientos y ahora, gracias a la tecnología, también a nivel de acceso. En Andalucía aún estamos por debajo de la media europea en cuanto a la implantación de la salud a distancia, pero todos los registros indican que se progresa adecuadamente.
En ese sentido, ya existen varias aplicaciones – tanto en el sector público como en el privado – donde los pacientes pueden ver los resultados de pruebas recién hechas, tener los datos del historial médico o, sobre todo en el sector privado, tener la oportunidad de comentarlos con su médico, también conectado a ese mismo entorno digital.