La OCDE ha corregido al alza sus previsiones sobre la economía española para este año y el próximo, de forma que se alinea con las del Gobierno, y limita la caída del PIB al 3,6% y al 0,3%, respectivamente.
En junio pasado, había previsto una caída del 4,2% este año y del 0,9% el próximo. Además, señala que la recuperación debe llegar en 2011 con un alza del 0,9%.
En su informe semestral de Perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también modifica para mejor sus cálculos de junio sobre la evolución del mercado de trabajo, aunque augura que el paro seguirá aumentando desde una tasa del 18,1% este año al 19,3% en 2010.
Como viene ocurriendo desde 2008, España continuará siendo el país con mayor proporción de desempleo de todos los miembros de la organización y su reducción –en principio limitada– no se producirá hasta 2011, con una tasa media esperada del 19%.
Las cifras que ahora presenta la OCDE para España son menos negativas que las que había anunciado a comienzos de mes la Comisión Europea y que las que dio a conocer el Fondo Monetario Internacional (FMI) a comienzos de octubre.
Los autores del informe explican que el Producto Interior Bruto (PIB), que ya ha sido negativo en los tres primeros trimestres de 2009, sólo cambiará de signo el año próximo (aunque siga a la baja para el conjunto del año).
La recuperación propiamente dicha habrá de esperar hasta 2011, y además a un “ritmo lento”, lastrada por la “elevada deuda” de las familias y las empresas, y por el hundimiento de la construcción.
En cuanto a la inflación, que este año será de media negativa en torno al -0,9%, y que en el caso de la subyacente era en septiembre un punto inferior a la de la media de la zona euro, debería moverse a un territorio positivo en 2010 (0,7% de media) pero será un movimiento temporal.
En 2011 la OCDE anticipa una vuelta a las caídas de precios, aunque entonces prácticamente insignificantes (-0,1% de media).
Uno de los elementos alentadores para la economía española debe llegar del exterior, y así el crecimiento de las exportaciones en los dos próximos años (5,5% y 7,8%) debería permitir casi equilibrar la balanza comercial en 2011 y reducir ese ejercicio el déficit por cuenta corriente a una cifra en torno al 3% del PIB.
El riesgo aquí es que la recuperación del comercio mundial no sea tan sólida como se espera, lo que podría traducirse por más pérdidas de empleos en España.
Los autores del informe consideran que el ajuste fiscal planeado por el Gobierno para el año próximo (principalmente la subida del IVA) debería retrasarse a 2011 para permitir que el restablecimiento económico sea más sólido.
Lo que habría de ponerse en marcha, a juicio de la OCDE, son “reformas estructurales”, y cita en particular las que tienen que ver con el incremento de los gastos derivados del envejecimiento de la población, porque son necesarias para garantizar su sostenibilidad a largo plazo desde el punto de vista formal.
Otra crítica a España del conocido como el Club de los países desarrollados es la referida a su política de vivienda, ya que estima que habría que poner fin a los programas de ayuda a la construcción de viviendas sociales.
Salgado, satisfecha
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, valoró que la OCDE haya corregido al alza sus previsiones para España y coincida ahora con el Ejecutivo sobre la evolución del PIB de este año y el que viene. En unas declaraciones a los periodistas en los pasillos del Congreso, Salgado también confió en que en 2011 el Gobierno tenga razón y el crecimiento sea mayor que el que dice el citado organismo.
En cualquier caso la vicepresidenta expresó su satisfacción por los cambios hechos por la OCDE, que demuestran que el Gobierno hizo “bien” sus previsiones.
En su informe semestral, la OCDE, también modifica para mejor sus cálculos de junio sobre la evolución del mercado de trabajo, aunque augura que el paro seguirá aumentando desde una tasa del 18,1% este año (frente al 17,9% que calcula el Gobierno) al 19,3% en 2010 (el Ejecutivo prevé un 18,9%).