Esta tarde se ha inaugurado la plaza Fernández Viagas que queda cerrada al tráfico y cuyo aspecto ha cambiado de forma radical tras unas obras de reforma que han durado más de seis meses y en las que se han invertido 280.000 euros, parte financiados con el Plan PROFEA y el resto el Ayuntamiento.
El alcalde, Manuel Barón, acompañado por la mayoría de sus concejales del equipo de gobierno y decenas de vecinos, ha dicho que este espacio se convierte en la plaza del Centro Comercial Abierto, además de ser símbolo de la autonomía andaluza.
Además de cambiar por completo su morfología, cabe destacar que no estará permitido el acceso a perros a esta zona ya que se da prioridad a los más pequeños “para que sea un gran patio de colegio donde puedan jugar con higiene y seguridad y aprovechando este parque infantil”, dijo el regidor.
La plaza cuenta demás con el triple de zonas verdes respecto a la anterior configuración, según ha informado el concejal de Urbanismo, José Ramón Carmona. En estos nuevos espacios ajardinados, se ha plantado varias especies de árboles, entre ellas una llamada Júpiter o árbol del paraíso, que se había perdido en la ciudad. “Ejemplo de ello es el nuevo césped predominante en muchas islas, eligiéndose la variedad que apenas necesita riego y una o dos siegas por año. Por ello la consideran una elección resulta muy beneficiosa tanto a nivel de mantenimiento como a la hora de buscar un bajo consumo de agua”, ha añadido Carmona.
En sustitución de los ejemplares afectados por el picudo rojo, se han plantado sendos ejemplares de palmera de abanico o palma mexicana que servirán como pórtico de la remodelación.
Para finalizar los actos de apertura de esta plaza, el día 10 se instalará la bandera cedida por el Parlamento Andaluz cuyos representantes vendrán hasta la ciudad para entregarla y situarla junto a la figura de Plácido Fernández Viagas. Además las nuevas farolas suponen un importante ahorro energético. "El consumo de todas ellas, más de una decena, equivale a una de calle Estepa", dijo el regidor.