El Pregón de Navidad regresó felizmente a la parroquia de San Pedro de Arcos felizmente para anunciar las fiestas que están a punto de comenzar. Así lo han querido los belenistas de ‘La Adoración’ como principal parte en la organización del acto junto a la Delegación municipal de Cultura.
La pregonera de este año ha sido Mercedes Galiana Romero, “una arcense de corazón aunque no naciera aquí” y una mujer, sin duda, “implicada con las tradiciones”, que explicaría su presentadora, la escritora y exalcaldesa Pepa Caro. Y es que Mercedes, más allá de su faceta de empresaria como dueña de la famosa heladería Galiana, es desde hace treinta años miembro activísimo de la Asociación de Mujeres Beatriz Pacheco, principal artífice en la recuperación de la prestigiosa zambomba de Arcos, declarada hace siete años Bien de Interés Cultural de Andalucía. Por tanto, había mucho que celebrar, aunque lo primordial fuera evocar el nacimiento de Cristo desde un prisma cristiano.
Pepa Caro habló de una mujer nacida en Jerez pero de raíces alicantinas, que se afincó en Arcos siendo muy joven, donde comenzó a vender helados con un carrito. Casada con Ricardo Brotons, se asentó definitivamente en Arcos, donde “nunca se ha sentido una extraña”. Asimismo, destacó su carácter emprendedor y experimental, sus tiempos de vestidora de la Virgen de la Amargura y cómo ayuda a la causa de los más desfavorecidos a través de la asociación de mujeres a la que pertenece.
La veterana Mercedes Galiana subió al escenario ayudada por el poeta y amigo Pedro Sevilla y Paco Noriega, de la Asociación de Belenistas La Adoración, para, de inicio, agradecer las palabras de cariño de Pepa Caro, la colaboración de Pedro Sevilla y de la delegada de Cultura, María Macías, de sus compañeras del coro de zambomba… y recordar emocionada a Josefa ‘La Chamorrita’, compañera ausente del acto por convalecencia.
Las primeras palabras de su pregón se fijaron en el poemario del entrañable Antonio Murciano para narrar el nacimiento de Dios. A partir de ahí fueron sus vivencias, sus recuerdos navideños y familiares, y las canciones que conserva en su trabajada memoria que hablan del Niño Dios; “noches de buñuelos y de echar aceite al candil”.
Recurriendo al romancero popular, citó, e incluso cantó, algunos estribillos.
Pero lo más importante fue, tal vez, su alusión al “mensaje de la verdad” en tiempos de guerra y de desconsuelo en la humanidad, para acordarse de los perseguidos, de los pobres… Fue la mejor presentación para que, a partir de ahí, irrumpieran las voces del coro que estos días ha entrenado la arcense Montse Escribano. Y, nuevamente, el sempiterno poemario del maestro Antonio Murciano inspirando las palabras de la pregonera y el canto de su coro.
Dando las gracias por la asistencia y deseando felices fiesta, amén de la interpretación de un villancico homenaje a la Virgen María y “a todas las madres de la Tierra”, puso el punto y final a un pregón de apenas media hora de duración donde resucitó esa Navidad, la de nuestra niñez, la de siempre.
Los clásicos detalles a la pregonera, en primer lugar de manos del vicepresidente de ‘La Adoración’, Juan Miguel Garrucho, y las palabras del alcalde, Isidoro Gambín, cerrarían definitivamente la bella velada; poco antes con otro villancico con letras de la recordada Isabel Valle. “Alegría, alegría, alegría…”.
Y como era una noche de detalles y agradecimientos, Pepa Caro recibió un belén de piedra -el emblema del proyecto ‘Pétrea’- porque nunca ha desfallecido en su colaboración con la revista ‘Pesebre’ y porque, como alcaldesa, impulsó el belén del que presume Arcos en el antiguo bar El Camborio, en el casco antiguo. Como también el coro de zambomba de la Asociación ‘Beatriz Pacheco’ recibiría un pergamino. Asimismo, la longeva presidenta de ‘La Adoración’, Carmelita Temblador, tuvo ocasión de felicitar las pascuas a los presentes y, como anécdota, invitar al público a comprar lotería de Navidad que pone a la venta la parroquia de San Pedro. El alcalde sumaría el agradecimiento al párroco Juan Antonio Vital y su admiración hacia el coro y por supuesto a la pregonera. También aprovechó para lamentarse de la suspensión del Belén Viviente, pero ya habrá ocasión…
El villancico ‘Calle San Francisco’, cuya interpretación contó con la participación incluso de la propia pregonera, fue ‘la guinda’ a tan bello encuentro navideño.