Semana Santa en Arcos (III)

Publicado: 23/03/2021
Miércoles y Jueves Santo según José Manuel Baena Gallé y Manuel Romano Luceño
TRABAJO COORDINADO POR EL ESCRITOR PEDRO SEVILLA

Miércoles Santo

En esta ciudad de Arcos de la Frontera es de todos sabida la importancia que tiene la celebración de la Semana Santa, donde destaca la hermandad del Santísimo Cristo del Perdón, Nuestra Señora de la Piedad y San Juan Evangelista que procesiona los miércoles santos. Su historia es bien conocida pues el culto a la imagen del Cristo ya existía en el siglo XVI, tuvo momentos de esplendor en las centurias de 1600 y 1700 en plena explosión del mundo barroco con su cultura y estética propia. De carácter clerical sobresalía en aquella época por su escena del descendimiento de Cristo de la Cruz. Sus imágenes actuales son de comienzos del siglo XVIII y fueron atribuidas al escultor de Arcos Juan Francisco de Morales. Con el paso del tiempo fue cambiando esta situación y desde antes de 1796 la cofradía dejó de realizar estación de penitencia, lo que supuso al menos la sustitución de la imagen de San Juan Evangelista.

Será a finales de la década de 1920 cuando resurja la hermandad con un sentido nuevo y más acorde a los tiempos modernos,lo que supuso también darle a la imagen de la Virgen la denominación actual. Desde entonces no hay miércoles santo que no se vea procesionar al paso del Perdón por las calles de Arcos, serio y en silencio junto a todos sus hermanos. Se puede observar el espíritu que guía a esta hermandad en la vestimenta de sus penitentes, sencilla y simple,se alterna el blanco de la túnica -color de la luz y símbolo de la pureza y la inocencia- con el morado del antifaz, el cíngulo y la botonadura – que representa la austeridad, la penitencia y el sufrimiento-.

Cualquier arcense o visitante podrá hablar de cuáles son los momentos más bellos de la salida procesional del Perdón. En el boca a boca, en las guías turísticas, en los libros o en los periódicos se pueden encontrar múltiples referencias. Pero a mí, personalmente hay tres escenas que desde hace más de medio siglo me hacen sentirme parte de esta hermandad y de este pueblo. El ver el paso preparado para salir en el interior de Santa María y las filas de penitentes organizándose para acompañar a las imágenes. El indescriptible drama que supone el descenso de las gradas de la basílica, siempre con el corazón encogido y con un suspiro de alivio y satisfacción al finalizar y poder continuar el cortejo. Y, por último, me apasiona la visión, entre el cansancio y el sueño del retorno por la Corredera viendo de espaldas al paso con sus imágenes, a los hermanos, de noche, iluminados por los cirios… y al fondo recortarse la imagen de los grandes edificios del casco histórico arcense.

Pero el Perdón va mucho más allá que la belleza de las escenas de su salida procesional o la importancia histórica y artística de sus imágenes. Para mi supone mi nexo necesario, imprescindible y existencial con Arcos. Es la memoria de saber que, a pesar de vivir en otros lugares, todos los miércoles santos iba a estar allí, en Santa María acompañando a mi Cristo y a mis hermanos. Son los primeros recuerdos de mi infancia, vestirme nervioso con la túnica y que mi padre nos cogiera, al fin, a mi hermano y a mí de la mano para llevarnos a la iglesia. Es la emoción del nacimiento de mis hijos y hacerlos inmediatamente hermanos del Perdón. Era, a fin de cuentas, la alegría al finalizar la procesión, y de encontrarnos toda la familia cenando y comentando la procesión y sus anécdotas. Es el recuerdo de aquellos que ya no están y que me enseñaron a querer a Arcos y a querer al Perdón y a sentirme parte de ellos. Y es también la tristeza cuando aquel año que no podía salir la cofradía porque llovía y surgía la decepción contenida después de los kilómetros hechos para estar allí pero, sobre todo, también,es la aparición de la esperanza viva soñando con el año siguiente. La pandemia hace que, probablemente por segunda vez en mi vida, no esté en Arcos en Semana Santa.

El segundo año de mi vida que no vea al Perdón. Esperemos que sea la última vez y que recuperemos esas sensaciones y esas emociones que nuestra memoria guarda como un tesoro.

                                                                               JOSÉ MANUEL BAENA GALLÉ. Doctor en Historia del Arte, hijo del poeta Antonio Luis Baena  

Entorno a los orígenes de la Hermandad de la Santa Veracruz de Arcos y su Santísimo Cristo

La primera fecha que aparece de constitución, fundación, de esta hermandad es la que se dice, literal, en el preámbulo de las Reglas mandadas a hacer por el rey absolutista Carlos III, Borbón, que dinamitó en 1763 el sistema educativo español con la expulsión de los Jesuitas, y aprobadas por el también Rey, Fernando VII, también Borbón, quien después de jurar la Constitución de 19 de marzo de 1812 la abolió, en fecha 22 de febrero de 1815: “La Hermandad del Santo Cristo de la Vera Cruz, fundada en esta ciudad de Arcos de la Frontera desde los primeros años del siglo XVI, deseando…”.

No hay documento anterior, al menos yo lo desconozco, a estas Reglas, ni en la historiografía, que pueda convencernos de la veracidad de esta afirmación. Su fundación debió ser, y digo bien, pues no hay Reglas que se hayan sido encontradas de la fecha que diré. Su fundación debió ser en torno a 1540-1542. ¿Por qué esta horquilla?. Trataré de explicarlo y se me entienda. En Apuntes para historia de Arcos , última edición, de María José Richarte García, Servicios de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, en la página155, del Volumen I, penúltimo párrafo, Miguel Mancheño y Olivares escribe: “A este siglo (XVI) corresponde la mayor parte de las cofradías existentes, la del Dulce Nombre de Jesús, fundada en 1541. La de la Veracruz en 1542, datando de 1545 la escultura de su divido tutelar (debe ser errata, entendiéndose titular) labrada, por Antón Blázquez, artista sevillano…..”. Ya tenemos, pues, una fecha, pero nada explica Mancheño vio y leyó, o no, donde se contenía esa fecha. Nada que objetar de la del Dulce Nombre de Jesús, dicho sea de paso, pues la misma se contiene en unas Reglas que copian las Reglas originales.

El que os escribe ha tenido acceso a un pleito entre la Hermandad de la Vera Cruz y otra, que no viene al caso, ya extinta, en la que se dilucidaba cual de las dos hermandades era más antigua, y según la edad de algunos de los testigos (intuyo que algunos no sabría con certeza su edad) dicha fecha estaba entre 1540-1542. Recientemente ha salido a la luz pública un pleito al que se puede acceder, pues se encuentra en una transcripción del mismo, en la  web www.domingogilbaro.com, sección Hermandades, documento Reducción de Hospitales, por el traslado de la Congregación del Hospital de San Sebastián al Oratorio de la Vera Cruz, ordenada por el Deán (Provisor) de Sevilla, e 1609. Un hermano de la Cofradía de la Vera Cruz, en las pruebas presentadas a dicho pleito en 1551 que “Esta Santa Cofradía ha que se empezó a ordenar cinco o seis años”.

También podía haber dicho diez o doce años, o se refería a los años que tenía la talla del Santísimo Cristo. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?. Lógico es pensar que ya la hermandad ya se había fundado en el momento de la contratación de los servicios de un imaginero que realizase la talla de un crucificado. Así pues no hay nada claro, más adelante intentaré fijarlo. Ahora veremos de que fecha es la talla del Santísimo Cristo de la Vera Cruz. Miguel Mancheño y Olivares, en su libro Curiosidades y Antiguallas, en la página 322, en una nota en el parágrafo 103, expresa: “En 21 de enero de 1546 se hizo en Sevilla al Santo Cristo de la Veracruz que se venera en este Convento Hospital por el Artífice Antón Vázquez, que hizo también el Retablo de la Parroquia de San Pedro”. Y en la página 450, del mismo libro, parágrafo 165, escribe “En 25 de Enero de 1545 se hizo en Sevilla el Cristo de la Veracruz, que se venera en el Convento (de San Juan de Dios) Hospital, por el artífice Antón Vázquez,… se hallará su escritura de contrato en el oficio que ejerce este año 1775 D. Francisco Medina de la Banda, Escribano que fue. Puso esta nota el Padre Francisco Pernell, Prior (Libro de Cuentas de Censos del Hospital de San Juan de Dios)”. Por otro lado, Don Manuel Pérez Regordán, Cronista Oficial de la ciudad que fue, escribe en el periódico Arcos información, del 12 al 25 de Enero de 1995, página 18, lo siguiente: “En el Archivo de la Excma. Diputación Provincial de Cádiz (dicho archivo se encuentra hoy en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz), Sección Beneficencia, se conserva el libro de Censos del Hospital Arcense de San Juan de Dios, en la que aparece la nota siguiente: En 21 de enero de 1545 se hizo en Sevilla el Santo Cristo de la Vera Cruz que se venera en este Convento-Hospital por el artífice Antón Vázquez… se hallará la escritura de contratación en el oficio que ejerce este año de 1755 don Francisco Medina de la Banda, a el número 4, cuaderno 10, folio 59 vuelto, ante Juan Días, escribano que fue. Puso esta nota el Padre Fr. Francisco Pernel, Prior”. Como se  puede comprobar, no existe, hoy, del año, o fecha, de fundación de la Hermandad de  la Vera Cruz, pero lo más probable es que fuera en el principio del decenio de 1540, reinante Felipe II, Austria, que sin tener el título de emperador, como su padre, en su imperio nunca se puso el sol, y lo más probable que el contrato de hechura del Cristo de la Vera Cruz fuera con el imaginero sevillano Antón Vázquez, en 21 de enero de 1545, cuando trabajaba en el retablo mayor de la Parroquia de San Pedro Apóstol (1538-1547), y que esta contratación la hicieran los representantes de la Hermandad, ya fundada, y reunido fondos, con el artífice sevillano.

Este documento lo he estado buscando incesantemente. El libro de protocolo notarial donde se supone contiene dicho documento está sin restaurar, y se encuentra mal cosido, sin correlación de fechas. Hay, como veis, mucho, todavía, por descubrir en el Archivo del Ayuntamiento, Archivo Histórico Provincial de Cádiz y los Archivos Diocesanos del Obispado de Asidonia-Jerez, recientemente reaperturado, y el del Arzobispado de Sevilla. Os deseo una santa y sentida Cuaresma. PD: No será ésta la única publicación que haga, espero, pues tiene la Hermandad de la Veracruz mucho que dar a conocer y divulgar.

                                                                                                                                        MANUEL ROMANO LUCEÑO, cofrade. abogado e historiador

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