Dio la campanada en la pasada edición de la Bienal de Flamenco, cerrando el festival con su rebujito de la electrónica de club más bailable con los maestros de principios de siglo del flamenco.
Y la ha vuelto a liar en El Puerto de Santa María en una sesión que puso a botar a todos y todas en el Patio de la Sala Milwaukee el pasado sábado. Dia 17 de junio
Cómplice necesario de Álvaro Romero en RomeroMartín, ha sabido encamar a estos dos géneros con maestría y naturalidad. Un veterano de la producción que volvió a ofrecernos su sesión de la Bienal para todos aquellos que no tuvieron la oportunidad de verle. A este paso se convertirá en Imprescindible en la escena musical andaluza y nacional.
Sin duda fue uno de los momentos más aclamados de esta edición del festival portuense.