El equipo de Gobierno ha mantenido un encuentro con la plataforma vecinal de la avenida Portugal para cerrar detalles en torno al proyecto de eliminación de barreras arquitectónicas y peatonalización previsto en la zona. Una actuación que, según ha destacado, cobra valor ante la inminente apertura de la avenida transversal en la medida de que absorberá el tráfico motorizado playa-bahía que actualmente discurre por esta vía.

A la reunión han asistido el edil de Urbanismo, Martín Vila, y la presidenta de Aguas de Cádiz, Ana Fernández, con el objetivo de abordar los últimos flecos relativos a este proyecto, que han recordado que da respuesta a una demanda vecinal y también de entidades como AGADI.

Concretamente, el proyecto plantea una plataforma única que abarca toda la avenida de Portugal en su tramo desde García Carrera hasta la avenida Ana de Viya, incluyendo la calle Adriano. Esta actuación permitirá resolver problemas de accesibilidad que vienen sufriendo los vecinos y vecinas de la zona, ya no solo por la estrechez de los acerados, sino por las pendientes propias generadas por los vados de entrada y salida a los garajes.

Esta actuación conlleva la peatonalización del ámbito, lo cual se traduce en que solamente podrán pasar por la calle aquellos tráficos de necesidad, como serían los usuarios de garajes, el acceso al hotel y paso de ambulancias o servicios de emergencias. La carga y descarga se traslada a la calle Poeta Nieto “sin que se pierda ni un metro”, mientras que las plazas de aparcamiento de personas con movilidad reducida pasan a las calles transversales.

El proyecto contempla también la sustitución de la red de saneamiento y abastecimiento, así como recogidas de pluviales, además de la red de alumbrado público. Asimismo, se repondrá arbolado para cerrar marras y aumentar la vegetación, se incorporarán 15 bancos para sumar como plataforma de tránsito accesible, seguro y de estancia.

Finalmente, han destacado la ventaja que supone la próxima apertura de la avenida transversal en cuanto que disminuye el tráfico de forma drástica, lo cual contribuye a generar “un entorno más seguro y accesible, pero también menos ruidoso y vegetal”.