Paco Rosado nos ha dejado este martes y
Cádiz está en shock aún con su pérdida. El carnavalero llevaba ingresado unos días en el hospital Puerta del Mar debido a una
neumonía bilateral provocada por el Covid. Sin embargo,
en la tarde de hoy sufrió un infarto que no logró superar, dejando al mundo del Carnaval y a toda la ciudad gaditana sin dar crédito.
El carnavalero era un grande de la fiesta por excelencia de la ciudad. Su acidez y su humor unidos crearon maravillas con forma de chirigotas, como Los cubatas, que no dejará de cantarse nunca.
También es autor de Los cruzados mágicos o Los carreros de la alianza. Agrupaciones históricas, como él.
No obstante, Rosado comenzó en la comparsa con Los tulipanes negros, en el año 1969. Después salió con Antonio Martín en Los aventureros.
Sin embargo, escribir era mejor para él que cantar y se decidió a dar el salto a la autoría junto a su hermano en Los cruzados mágicos. Ahí empezó a dejar su huella, ya que, una vez finalizado el concurso oficial, esta agrupación salía a la calle con su familia, que también vestían con el tipo. Algo que ahora vemos tan habitual, pero que no lo era por entonces.
Paco Rosado abrazó la autoría y ha dejado grandes agrupaciones y letras para la historia del Carnaval.
Los cegatos con botas (1983), Los llaveros solitarios (1984), Los carreros de la Alianza (1985) y Los cubatas (1986), que, pese a ser el mayor cajonazo de la historia de la fiesta gaditana, es una de las más populares y que perduran a pesar de los años que pasen. También se dedicó al Carnaval callejero en exclusiva, sin participar en el concurso.
Los martirios chinos fue su apuesta en 1987. Un año después, Rosado, a modo de adiós, sacó Los conquistadores de la trastienda de Casa Crespo.
Sin embargo,
el carnavalero no cesó ahí su actividad, ya que en 1993 sacó El Bache. Y luego se hizo dueño de la calle para presentar sus creaciones.
Al concurso seguía poniéndole música a través de otras agrupaciones. Además, Paco Rosado era asiduo a la radio, donde vertía sus opiniones sin ningún tipo de filtro, lo que le llevó a la admiración de muchos y el odio de otros, que incluso dejaron de dirigirle la palabra tal y como él mismo afirmó en alguna entrevista.
Nunca quiso ser pregonero del Carnaval, lo posponía. Sin embargo, una vez hospitalizado bromeó en sus redes sociales con el siguiente mensaje:
“Sería interesante ir gestionando mi calle. Que luego vienen las prisas”.
La ciudad de Cádiz decretó un día de luto por la muerte del carnavalero. Además, José María González quiso dedicar unas emotivas palabras a Paco Rosado para despedirse de él. A través de sus redes sociales publicó el siguiente mensaje:
“Y el extraño misterio de su alegría y su felicidad”, cantaba Paco Rosado en aquellos míticos Cegatos con Botas cuando hablaba de la Viña y los viñeros. Hoy La Viña llora, como llora la ciudad, y a este viñero la noticia se le ha hecho un nudo en la garganta. Te vamos a echar de menos, Paco. Un fuerte abrazo para los familiares y allegados y que siempre, absolutamente siempre, suene tu pasodoble de Cádiz”. Por último, el alcalde ha puesto en valor
“su defensa de los derechos de los trabajadores y de las personas más vulnerables” además “de ser un padre y un compañero ejemplar”.
Paco Rosado era un grande, y siempre lo será, porque
se encargó de escribir su nombre con letras de oro en la ciudad de Cádiz. Descanse en paz.