El empate del Cádiz ante el Espanyol dejó varias claves.
El equipo hizo una primera parte mediocre, pero en el segundo tiempo experimentó un gran cambio e, inclluso logró la remontada, aunque finalmente los amarillos solo sumaron un punto.
La mejoría se vio a través de
la lucha, una lucha que hacía tiempo que el equipo no mostraba y que sirvió para dar la vuelta, momentáneamente, al encuentro.
Otro punto importante fue
la recuperación de jugadores importantes como Iza Carcelén en el lateral o Choco Lozano en la delantera. El futbolista catracho era, hasta su lesión, el delantero de mayor garantía del equipo. Su regreso se notó.
El tercer punto clave es el buen momento de Álvaro Negredo. El madrileño había dejado de ser el de siempre. Su rendimiento estaba mermado y los cadistas echaban en falta a ese jugador que, en cualquier momento, gracias a su calidad solventaba un partido atascado.
Ayer fue el resurgir del tiburón vallecano, que
anotó el primer tanto del encuentro, le anularon dos goles y, por si fuera poco,
participó en el gol de Iván Alejo para remontar el partido y poner el 2-1 en el luminoso.
Quizás haya sido el cambio de entrenador que, tal y como dijo Alejo tras el partido,
“nos ha inyectado buena energía y positivismo”. Ya lo importante es que el Cádiz ha encontrado el camino para ganar partidos y salvar la categoría.
Ahora deben trabajar para que todos los partidos sean como esa segunda parte ante el Espanyol.