La última sesión de preliminares comenzó con un nivel bajo,
pero a partir de la cuarta agrupación la función remontó. La noche abrió, por segunda vez, sin el tango, la encargada de arrancar la sesión fue la comparsa de Jaén
El aventurero, que realizó una
crítica al modo en que trata la sanidad pública la salud mental. Después fue el turno de una chirigota que
llenó el escenario de “Antonios Regueras” para
Que no se pierda la carga.
Vuelta a la comparsa con una llegada desde tierras onubenses,
La tinta obrera, que
no convenció al teatro. La que sí lo hizo fue la chirigota chiclanera de los Molina,
Los Chabolis, que enamoraron a los aficionados con un repertorio muy completo con el que la agrupación da un salto de calidad respecto al pasado Concurso.
Los que también enamoraron al teatro fueron los niños de la cantera con su Cádiz convertida en parque temático y de atracciones. El segundo pasodoble,
crítica a la sanidad pública, ha sido la letra más aplaudida de lo que llevamos de Concurso. Gran pase de esta comparsa que aspira a todo.
Y tras la amenaza de imponer un califato, tomó las tablas la comparsa
La chirigotera, que
volvió a ofrecer un gran nivel y aspira alto nuevamente.