La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz ha acogido este martes la segunda sesión del juicio por el crimen de Guillén Moreno, que ha quedado visto para sentencia una jornada antes de lo previsto, ya que el acusado principal, D.R.S., reconocía este lunes haber cometido el asesinato de su vecina, aunque bajo los efectos de las drogas, motivo por el que no recordaba "nada" más allá del hecho de salir de la casa de la víctima cargado con un televisor. Según la declaración de los forenses, Mercedes Tello recibió medio centenar de puñaladas y opuso fuerte resistencia a sus agresores.
A preguntas del fiscal, las dos forenses que practicaron la autopsia han revelado que la víctima recibió 50 puñaladas por todo el cuerpo, siendo una gran parte de ellas de carácter defensivo. Habría sido atacada simultáneamente por dos personas --D.R.S. y J.R.M., respecto al cual se han archivado las actuaciones por padecer una enfermedad terminal-- que utilizaron dos armas blancas: un cuchillo jamonero --el que habrían cogido de la cocina de la víctima-- y uno de cinco o seis centímetros de hoja dentada.
La víctima presentaba como mínimo cuatro heridas en la cabeza, así como en la cara y el cuello, tenía 13 en la parte delantera del tórax, 16 en la posterior, cuatro laterales y defensivas. En base a esto, uno de los agresores la habría atacado por delante y el otro por detrás. Además, estiman que el ataque pudo durar del orden de 15 minutos y que cesó cuando tuvieron evidencias de que estaba muerta, ya que "está claro que hubo lucha y defensa, por lo que creemos que cesaron cuando ella dejó de moverse".
También han prestado declaración varios agentes de Policía que participaron en la investigación del suceso, quienes han detallado que encontraron el cuerpo en el suelo de la cocina, significando que había mucha sangre y pisadas en la vivienda.
"NO CABEN ATENUANTES"
El fiscal ha mantenido la petición de pena de 24 años de cárcel para el acusado principal --cuatro por el robo, al concurrir el agravante de reincidencia, y 20 por el asesinato-- y ha defendido que éste estaba "en perfecto uso de sus capacidades mentales". Destaca que atacó "por sorpresa" y "a sangre fría" a Mercedes, que se defendió "hasta la extenuación".
Afirma que no caben atenuantes por consumo de estupefacientes, ya que asegura que su adicción no es grave y no se sabe qué drogas ni qué cantidad habría consumido antes de cometer los hechos, insistiendo en que mató a Mercedes Tello "conscientemente".
La acusación, por su parte, pide 30 años de prisión y ha destacado el "ensañamiento" que hubo con la víctima. Además, ha solicitado que se prohíba la residencia de D.R.S. en Cádiz para evitar más sufrimiento a la familia de la fallecida, dándose la circunstancia de que parte de la misma es vecina del procesado.
La defensa ha reconocido el asesinato, aunque pide la eximente completa o atenuante por trastorno o drogadicción. De hecho, el abogado de D.R.S., que ha reclamado que no se tenga en cuenta el ensañamiento como agravante, ha aludido a un informe médico psiquiátrico que determina que su cliente tiene un trastorno transitorio de personalidad antisocial, que unido al consumo de drogas puede ser un atenuante de la responsabilidad criminal.
EL OTRO ACUSADO
Estos dos días también se ha sentado en el banquillo de los acusados J.J.M.F., aunque éste como presunto colaborador necesario del delito de robo con fuerza en las cosas, ya que su papel se habría limitado a quedarse debajo del edificio vigilando y desconocía lo que posteriormente ocurriría dentro de la casa respecto a la violencia ejercida sobre la moradora. El fiscal detecta contradicciones en su relato y sostiene que colaboró en el robo, por lo que pide tres años de cárcel.
La defensa de J.J.M.F. niega su participación en el crimen y el robo y ha reclamado su absolución argumentando que la única prueba que se ha presentado en su contra es la declaración de D.R.S., quien, según destaca, ha cambiado hasta cuatro veces su versión sobre si él estaba en el lugar. También ha hecho referencia a un testigo protegido que hablaba de dos personas distintas a su defendido, puesto que éste tiene una cojera y habría sido reconocido por ello.
VISTO PARA SENTENCIA
El juicio ha quedado visto para sentencia en el segundo aniversario de los hechos, que tuvieron lugar en julio de 2010 en la calle Cal y Canto del barrio gaditano de Guillén Moreno. Mercedes Tello moría apuñalada, supuestamente por su vecino y otra persona, quienes habrían accedido a su domicilio con intención de robar.
Según el escrito de calificación fiscal, habrían entrado en la casa de la víctima utilizando las llaves que el procesado le había robado y, al ser sorprendidos por ésta, la acuchillaron hasta la muerte para, acto seguido, abandonar el lugar con un botín consistente en una televisión de plasma y varios efectos que han sido tasados en su conjunto en 889 euros.