La Delegación de Parques y Jardines dependiente del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz está llevando a cabo un nuevo plan de tratamiento de las palmeras de la ciudad contra el llamado picudo rojo. Este tratamiento comenzó a principios de la semana pasada.
Medio Ambiente ha realizado en solitario diversas actuaciones contra esta plaga desde su primera aparición en el año 2010, ante la falta de actuación de la Junta de Andalucía. No en vano, el Ayuntamiento va a dedicar 80.000 euros al tratamiento de este problema que ha afectado en Cádiz a la especie de palmera canariensis (phonenix canariensis), a pesar de no haber recibido ninguna ayuda por parte de la Junta de Andalucía. De las 410 palmeras de este tipo con las que cuenta la ciudad, 223 son de propiedad municipal, habiéndose visto afectadas 25 de ellas que en su inmensa mayoría han podido ser recuperadas tras la actuación de los trabajadores municipales.
Para continuar luchando contra esta plaga, el Ayuntamiento de Cádiz ha destinado personal especializado al tratamiento de las palmeras que trabajan en horario nocturno en dicha tarea, además de continuar con la labor de censado, clasificación y seguimiento de los distintos ejemplares.
Según la concejal delegada de Parques y Jardines, Dolores Palomino, el objetivo es “conservar el mayor número posible de palmeras canariensis de nuestra ciudad, ya que se trata de una especie de gran valor ornamental y somos conscientes de los graves daños que el picudo rojo ha causado en el palmeral de diversas localidades vecinas”.
En este sentido, Palomino pide la colaboración de los dueños de las palmeras de esta especie de propiedad privada o de otras administraciones que existen en la ciudad, para que mantengan sus palmeras tratadas y en buen estado.
Información sobre el picudo rojo
El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es una plaga letal de las palmeras distribuida por diversos hábitats ecológicos. Se tiene noticia de su ataque en 17 especies de palmeras en cerca de 30 países. Sin embargo, aunque el picudo rojo tiene su lugar de origen en Asia, durante las dos últimas décadas ha invadido países de Oriente Medio y Europa, donde se ha convertido en una gran amenaza para el cultivo de la palmera datilera.
La primera información escrita del picudo rojo fue en 1891 en la India y a principios de 1987 se introduce y fue descubierto en Arabia Saudita.
Los primeros ataques de esta especie, en España, se detectaron en 1993, en Motril y Almuñecar (costa de Granada). Su origen parece ser debido a la importación de palmeras procedentes de Egipto sin una adecuada inspección ni control fitosanitario.
Actualmente, casi todas las provincias andaluzas se encuentran afectadas por esta plaga. El Rhynchophorus ferrugineus vive y se alimenta, en todas sus etapas inmaduras, escondido en el interior de las palmeras, condición que hace difícil detectar su presencia con una simple inspección visual.