La Guardia Civil de Cádiz ha puesto a disposición judicial a un padre y a su hijo como presuntos autores de los delitos de estafa, hurto y daños, llegando a sacar más de 1.000 euros de la cuenta de la víctima con la tarjeta de crédito. Para hacerse con la cartera, uno de los detenidos incendió una cortina del establecimiento de la víctima, para después alertarle del fuego, y en la confusión llevarse la cartera. Desde la Guardia Civil se reitera el riesgo que supone llevar el código seguridad de la tarjeta apuntado en el mismo sitio que la tarjeta.
Los hechos ocurrieron tras tener conocimiento los guardias civiles, que el propietario de un establecimiento de la localidad, había sido víctima de una estafa mediante el uso de su tarjeta de crédito.
La víctima se encontraba en su establecimiento, cuando una persona le alertó que una cortina se encontraba ardiendo. La natural angustia que le produjo tal noticia, le hizo salir corriendo para apagar el fuego, momento en el que el alertante aprovechó para robarle la cartera.
Tras ser identificado y localizado, los guardias civiles recuperaron la cartera, a excepción de la tarjeta de crédito, siendo detenido por el hurto y los daños. Pero lo que no esperaba la víctima es que su banco le informara de una serie de movimientos que se habían hecho con su tarjeta tras el robo en distintos cajeros de localidades aledañas.
Los guardias civiles comprobaron que las personas que habían realizado las operaciones bancarias se trataban del padre y el hijo, los cuales habían sacado dinero de varios cajeros de las localidades de Vejer y Barbate con la tarjeta, para lo que utilizaron el código pin, que la víctima llevaba apuntado en la cartera para no olvidarlo.
Por tal motivo, el hijo fue también detenido y puesto a disposición judicial en compañía de su padre como presuntos autores de los delitos de estafa, hurto y daños, no pudiendo recuperar el dinero extraído ilegalmente puesto que ambos lo habían gastado en la compra de estupefacientes, a los que ambos son adictos.