“Extraño recorrido el que hace una letra de comparsa. Desde la cabeza –o vísceras– de su autor hasta la pantalla fría de un ordenador para dar luego un nuevo salto, esta vez hasta las gargantas calientes de un local de ensayo. Y de allí al escenario del Gran Teatro Falla. Un proceso a veces largo y meditado. Pero otras urgente, atropellado y salvaje”. Con estas palabras comienza ‘Doce pájaros en el alambre’, un libro en el que Miguel Ángel García Argüez (más conocido en el argot carnavalero como el ‘Chapa’) desgrana algunos de sus pasodobles inéditos. Letras que se quedaron en el tintero, algunas que el grupo decidió no cantar y otras que ni siquiera llegaron a sonar en el local de ensayo. De esta maraña de descartes se puede extraer una parte muy poética, con un valor literario ligado a esa tradición oral de la propia poesía tan admirado por García Argüez.
A través de las 93 páginas de este pequeño libro el lector puede hacer un recorrido desde que nace una letra hasta que llega a los oídos del grupo, ya que el autor añade comentarios de texto y anécdotas vividas con la propia comparsa. Un total de nueve pasodobles y tres cuartetas inéditas de ‘Los doce’, ‘Los equilibristas’ y ‘Los prisioneros’ completan esta obra. “Como aficionado, me interesan mucho esas letras que quedan relegadas a los cedés, a los libretos o, con suerte, a alguna gala veraniega. Y me interesan porque en ellas a menudo se muestran con limpieza las aportaciones y las ideas que el autor tuvo y que, por mor del propio concurso y sus derivas, quedaron fuera”, reconoce García Argüez en el prólogo del libro. Añade además que le gustaría que otros autores a los que admira mostrasen también esas letras descartadas a sus seguidores.
“Yo jamás he escrito una letra de Carnaval pensando en que no iba a ser cantada. Es igual que componer una canción. Nadie compone pensando que se va a acabar leyendo, sino que lo va a oír”, nos cuenta el autor. Para él, poder ver la reacción de la gente al recibir estos descartes “es un pequeño sueño, porque al ser descartadas pensaba que no iban a ir más allá de la publicación en mi blog personal o cuando la revista El Tercer Puente me ofrece la posibilidad con los comentarios de texto”. Nunca pensó que fueran a acabar en un libro y que además fueran a ser interpretadas en su presentación por las voces para las que las ideó.
El 'Chapa' escribió su primera agrupación con 15 años y desde entonces no ha habido un sólo año en el que no haya hecho Carnaval, ya fuera callejero o para el concurso. "Durante todo ese tiempo, para mí mi faceta más importante era como público. Yo veía las agrupaciones de los 80 y los 90, y aunque yo ya escribía no podía pensar siquiera que mis letras llegaran a una final y que tuvieran el éxito de los últimos años. Pero la vida es así de rara y de repente me está permitiendo vivir un sueño y además me coge con una edad que no se me sube a la cabeza. Esto me pilla con 20 años y sería un gilipollas, pero como me pilla ahora, ya soy menos gilipollas", confiesa. "Lo vivo con intensidad y absoluta sensación de que esto es pasajero, que tiene fecha de caducidad".
A la pregunta de cómo ve el futuro del concurso, García Argüez cree que "en cuanto a interpretación perfecto, una salud de lujo, viene gente cantando y tocando la guitarra que son unos máquinas", pero "escribiendo es complicado ver cuál es el futuro. Hay autores muy interesantes, pero el concurso se ha vuelto muy cabrón, nos hemos apelotonado una serie de autores que aún no estamos acabados pero que ya estamos maduros y nos queda guerra que dar, y la gente que viene con ideas claras y nuevas tiene talento para romper. La comparsa tiene un pelotón en cabeza que dificulta la respiración a quien viene detrás". Por el momento no sabemos nada de la comparsa que prepara para el COAC de 2019, pero mientras tanto los aficionados pueden ir abriendo boca con esos 'Doce pájaros en el alambre'.