El Ayuntamiento de Cádiz entregará el jueves a los familiares de Dionisio Aretxabala Ulazia, un represaliado exhumado en el cementerio de San José, la custodia de sus restos mortales, después de que las pruebas de ADN realizadas en el centro especializado de la Universidad de Granada hayan dado positivo y confirmado sin lugar a dudas el parentesco. Se trata, por tanto, del primer caso de la provincia de Cádiz y uno de los primeros de Andalucía en el que el cotejo de ADN da resultado positivo.
El concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, ha destacado este aspecto de cara al inicio mañana del proceso de toma de muestras de ADN a los familiares de represaliados y víctimas del franquismo para cotejar los resultados con los restos encontrados durante los trabajos de exhumación realizados en el camposanto gaditano.
Sobre Dionisio Aretxabala Ulazia, desde el área de Memoria Democrática han explicado que era un maquinista naval vasco que, por circunstancias que no han podido ser concretadas, se encontraba detenido en la Prevención de Cádiz, donde murió en abril de 1939. El motivo oficial fue suicidio por ahorcamiento, tal y como figura en un escueto escrito de la época “en ese contexto siniestro de la represión franquista”.
No existe mayor documentación para conocer las causas exactas por las que había sido detenido y tampoco sobre su muerte, pero sí consta en el archivo municipal un expediente que refleja que desde Bilbao se pidió el envío de los efectos personales y el traslado del cadáver, si bien nunca llegó a producirse.
Todo queda ahí hasta que los nietos del fallecido vuelven a realizar gestiones ante el Servicio de Memoria Histórica de la Diputación de Cádiz para localizar los restos de su abuelo, poniéndose la institución provincial en contacto con el Ayuntamiento durante el anterior mandato corporativo del PP, que “no se mostró nada receptivo y todo quedó estancado al echar balones fuera Cemabasa”.
Esta cuestión se retoma con el actual Equipo de Gobierno, aprovechando los trabajos de exhumación que se iniciaron en 2016 en el patio 6 del cementerio de San José. El trabajo de investigación realizado permitió localizar los restos de Dionisio Aretxabala Ulazia en el patio civil sur, en la sepultura número 13, fila primera, lugar cuarto.
Cabe señalar que la intervención fue “muy complicada” y, pese a dificultades de localización y de plazos, finalmente fue posible en abril de 2017 “gracias al compromiso del equipo encargado de la intervención”, con el arqueólogo Jesús Román, el antropólogo Juan José Guijo, el arqueólogo municipal José Gener y Rocío Martínez, arqueóloga en prácticas en ese periodo.
Recuperados los restos del lugar en el que se encontraban, se tomaron muestras de ADN tanto a sus posibles familiares como a los restos óseos y, a través de la Dirección General de Memoria Histórica, se enviaron al centro especializado de Granada. Los análisis realizados dieron resultado positivo, permitiendo el inicio de los trámites oportunos para que la familia pueda hacerse cargo de los restos.
Se trata del primer caso de Cádiz y uno de los pocos de Andalucía en este tipo de intervenciones en dar positivo el ADN. Realizados todos los trámites, el Ayuntamiento está en disposición de entregar la custodia de los restos a los familiares, que podrán así cerrar este capítulo y su duelo.
Al hilo de ello, Martín Vila ha recordado este miércoles se iniciará la extracción de ADN de familiares de represaliados y víctimas del franquismo para cotejar los resultados con los restos encontrados durante los trabajos de exhumación realizados en el cementerio de San José. La recogida se realizará desde las 12.00 hasta las 14.00 horas en las dependencias de la Delegación Municipal de Salud, ubicadas en el Centro Integral de la Mujer.
El edil de Memoria Democrática ha incidido en que se trata de una acción indispensable para poder realizar una identificación de los restos, por lo que “es de suma importancia que todas aquellas personas que crean que sus familiares puedan estar enterrados en el cementerio acudan para realizarse la extracción”.
Esta acción se lleva a cabo tras los trabajos de exhumación en el cementerio de San José, con una primera fase de intervención en 2016 que permitió localizar los restos de 16 personas en diferentes sepulturas verticales y que concluyó con su inhumación en el cementerio mancomunado de Chiclana.
En abril de 2018 se inició una nueva fase para la localización y estudio estatigráfico de las fosas comunes del patio 1 que concluyó con la localización de hasta siete víctimas con indicios de muerte violenta, cuatro de ellas en fosa común y tres en la sepultura 28 localizados de forma paralela y gracias a los trabajos que se vienen realizando en el cementerio desde octubre de 2017 por SOS Bebés Robados.