Francisco Piniella Corbacho ha sido investido esta tarde como rector de la Universidad de Cádiz en un acto solemne que se ha celebrado en el aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras y que ha contado con la presencia del rector saliente, Eduardo González Mazo –que le ha impuesto los atributos del cargo-, y del consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Delgado, así como autoridades y representantes de distintas administraciones y organizaciones.
Durante su discurso de investidura y en el marco del 40 aniversario de la Universidad de Cádiz, Francisco Piniella ha resaltado que “hoy me toca, nos toca a mi equipo y a mí, la responsabilidad de afrontar el reto de gestionar otra nave distinta. Una nave que puso su quilla hace cuarenta años. A esa nave –ha matizado-, le han ido haciendo transformaciones a medida que iba creciendo, se le han ido añadiendo diferentes cubiertas, hasta cuatro campus diferentes. Un barco con veintidós mil pasajeros que quieren que los llevemos a un puerto seguro. Un barco destinado a navegar por Europa, la Europa de los pueblos, no la de los mercaderes, con el éxito obtenido recientemente de ser nuestra Universidad de Cádiz coordinadora del consorcio de las Universidades Europeas de los Mares”.
Al asumir esta responsabilidad, el nuevo rector ha señalado que, en el ámbito de la gestión pública, “tenemos que apostar por un funcionamiento impecable, riguroso y de máxima calidad, mejorando los canales de información y los sistemas de control, como resorte principal de la transparencia y la rendición de cuentas, garantizando que toda la información esteì accesible a cualquier persona de la comunidad. Creemos –ha señalado- en la participación e implicación de todos en un proyecto común. Creemos en el diálogo y la interlocución como herramientas para ir avanzando”.
En su intervención, el rector de la UCA ha destacado que la “educación superior es necesaria para el bienestar de la ciudadanía” porque “contribuye a mejorar la empleabilidad y la renta y, en consecuencia, el nivel de progresión social”. De esta forma, ha lamentado cómo en las universidades españolas “formamos a ingenieros que se lo sortean en Alemania, enfermeros que son indispensables en países europeos por su magnífica formación. Nos quitan de las manos a nuestros matemáticos, a nuestros jóvenes doctores”. Sin embargo, la realidad, ha subrayado, es que “hemos demostrado nuestra capacidad de formar excelentes profesionales e investigadores, y ahora tenemos que demostrar que somos capaces de retener la sangría de capital humano que estamos perdiendo”.
Para Francisco Piniella, que ha recordado el decálogo básico para su acción de gobierno que hizo público durante la campaña electoral, “nuestros estudiantes estarán en el centro de nuestras decisiones: sin ellos no hay universidad. La docencia y la atención académica a nuestros estudiantes es siempre la primera acción que configura la misión de toda institución universitaria. Y lo vamos hacer –ha matizado- con los estudiantes, contando con ellos, atendiendo a sus demandas, escuchándolos, haciéndolos participes de nuestras políticas a través de los cauces establecidos para que las decisiones tengan en cuenta sus necesidades y planteamientos”.
Además, en su discurso ha recordado que la universidad debe “seguir conservando la raíz del conocimiento reflexivo”, por lo que “nuestros títulos no pueden responder exclusivamente a las demandas del mercado” pues “titulaciones de poca tasa de ocupación hace 15 años son actualmente de alta demanda” y “tenemos la obligación de responder a los cambios que nos demanda la sociedad sin olvidarnos que somos el reservorio del conocimiento”. Del mismo modo, ha resaltado que debemos “liderar la política científica”, priorizando “criterios amplios, claros y bien definidos que permitan acompañar y no estorbar las iniciativas de nuestros investigadores, flexibilizando normativas y minimizando la burocracia”, así como promoviendo “la excelencia científica” para favorecer “la retención de investigadores con calidad científica acreditada”, asentados en “un trinomio básico de actuación: la atracción, retención y consideración del talento”.
Una intervención, por otra parte, en donde ha señalado que “el CEI·MAR debe ser considerado como un referente internacional en docencia e investigación en las temáticas marinas, incluidas en las Ciencias, las Ingenierías y las Humanidades”, que hay que “ampliar el concepto de transferencia de modo que uno de los focos de atención sea el conocimiento generado en las ramas social y humanística y no es sólo ciencia y tecnología”, que es preciso “resaltar” el papel de la Universidad en el ámbito de la acción cultural y que la Universidad de Cádiz “debe erigirse como una institución que trabaja activamente como un espacio de socialización y construcción del conocimiento, con una función social y transformadora, que garantice una formación e investigación libre de sesgos sexistas, que contribuya a una sociedad libre de violencia hacia las mujeres, de violencias
eLeGeTeBifóbicas y garante de los derechos, la igualdad de trato y no discriminación”, sin olvidar sus compromisos y obligaciones en la integración de personas con discapacidad.
Por su parte, Eduardo González Mazo ha dirigido en su intervención sus “palabras a los miembros de la comunidad universitaria de la Universidad de Cádiz”. Todos los que formamos parte de esta comunidad “somos servidores públicos que trabajamos por el bienestar de los ciudadanos y por el desarrollo de la sociedad a la que nos debemos. Cada una y cada uno de nosotros, desde cada ámbito de actuación, tenemos que esmerarnos por ofrecer el mejor servicio. Debemos ser un instrumento útil para que la generación, transmisión y transferencia del conocimiento acreciente el desarrollo cultural y socioeconómico en el territorio. Servir bien a lo público es hacer que tu institución sea útil a la sociedad. Servir bien a los demás es renunciar a lo individual en beneficio de lo colectivo”, ha precisado.
En este sentido, gracias al trabajo de todos y “con entrega, generosidad y pasión, hemos alcanzado –ha sintetizado González Mazo- altas cotas en docencia, investigación, transferencia, internacionalización y compromiso con el territorio. Consecuencia de lo anterior nuestra universidad se encuentra muy bien posicionada en el ámbito nacional e internacional”. Y dirigiéndose al nuevo rector de la UCA, le deseado junto a su equipo “todo lo mejor, que vendrá a refrendar el intenso trabajo que vais a realizar, y la generosidad y la entrega que le vais a poner”.
Por último, el catedrático de Química Física ha señalado que “en esta gran aventura en la que nos embarcamos hace ocho años, he estado acompañado de una manera muy intensa y leal por mi equipo de trabajo. Un maravilloso grupo de personas que se han complementado y que de manera generosa y humilde han afrontado este maravilloso reto de hacer a nuestra universidad más grande”. Una labor que ha sido posible gracias, especialmente, al apoyo y a la comprensión de su familia.
En su discurso de cierre del acto, el consejero Rogelio Delgado ha deseado al nuevo rector y su equipo un “camino éxito” y ha brindado “todo el respaldo de la Junta en la emocionante tarea que tiene por delante”. Un desafío en el que, ha recalcado, “cuenta con la lealtad” del Gobierno andaluz en “el compromiso compartido de hacer una universidad de calidad accesible y abierta”. Al mismo tiempo, ha mostrado su “agradecimiento a Eduardo González Mazo” y ha avanzado que “abrimos una nueva etapa” en donde debemos entender la “universidad como un espacio de confluencia con todas las sensibilidades”.
Igualmente, ha indicado que el nuevo rector de la UCA “toma el timón de una universidad muy ligada al mar”. Una institución universitaria, ha precisado, que en estas cuatro décadas se ha convertido en una universidad de calidad”, por lo que ha expresado su “gran satisfacción por la elección de la UE para que la UCA sea la coordinadora de la universidad europea de los mares”. Estamos, ha señalado, ante “una universidad comprometida con los cambios formativos y tecnológicos” de su entorno y, desde el Ejecutivo autonómico, “queremos promover la mejora en los niveles de calidad e internacionalización de las universidades andaluzas”. Por eso, “vamos a promover la contratación de profesores doctores e incrementar la cota de personal docente e investigadora de la UCA”. Unas medidas que se unen, ha indicado, al incremento del 5,98% de presupuestos para las universidades, la puesta a disposición de 40 millones de remanentes no afectados, el mantenimiento del 99% de bonificaciones de matrículas o la convocatoria, “antes de que finalice el año de I+D+i de 50 millones de euros”.
Elegido rector de la UCA por la comunidad universitaria tras vencer en la segunda vuelta celebrada el pasado 21 de mayo, el catedrático Francisco Piniella tomó posesión el pasado jueves 11 de julio en la Presidencia de la Junta y será la persona que pilote la Universidad de Cádiz durante los próximos cuatro años, convirtiéndose así en el sexto rector de la misma en sus casi 40 años de existencia tras los mandatos de sus seis predecesores: Felipe Garrido García (octubre 1979-febrero 1984, como presidente de la Comisión Gestora) y los rectores Mariano Peñalver Simó (febrero 1984-junio 1986), José Luis Romero Palanco (septiembre 1986-enero 1995), Guillermo Martínez Massanet (enero 1995-abril 2003), Diego Sales Márquez (mayo 2003-mayo 2011) y Eduardo González Mazo (junio 2011-julio 2019). Fue nombrado rector en la sesión del Consejo de Gobierno de la Junta celebrada el pasado 11 de junio.
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