El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha dejado claro que tanto España como la UE están preparadas por si finalmente no se consigue cerrar un acuerdo con Reino Unido sobre la futura relación con Gibraltar, subrayando que ahora es Londres quien tiene la última palabra.
En una entrevista con Europa Press, Albares ha vuelto a poner de manifiesto la urgencia de que Londres y Bruselas culminen con éxito la negociación para el nuevo acuerdo que busca cubrir la relación con el Peñón tras el Brexit.
El ministro ha recordado que se cumplen dos años del "acuerdo de principios" que sellaron España y Reino Unido el 31 de diciembre de 2020, sobre el que se sustenta la negociación que ahora mantienen Bruselas y Londres y que en último término busca la creación de una zona de prosperidad compartida entre el Peñón y el Campo de Gibraltar.
Esto quiere decir que "llevamos dos años negociando lo que ya estaba más o menos establecido y son ya muchos años desde el Brexit", ha resaltado. "Nos encontramos en esta situación por un motivo soberano y legítimo, que España respeta", como fue el referéndum de junio de 2016 por el que los británicos decidieron abandonar la UE, ha acotado.
En este sentido, Albares ha reivindicado que España y la UE han puesto "encima de la mesa un acuerdo global, razonable y equilibrado, para que pueda darse esa zona de prosperidad compartida en todo el Campo de Gibraltar".
"Evidentemente no podemos estar eternamente en esta situación, Reino Unido tiene que decir claramente si quiere este acuerdo que es global y toca todos los aspectos de lo que tiene que ser la relación entre España y Reino Unido respecto a Gibraltar, o si no lo quiere", ha resumido, en línea con la postura que ha venido manteniendo en las últimas semanas y que también expuso durante la visita de su homólogo británico, James Cleverly, el pasado 14 de diciembre.
"En ese caso evidentemente habrá que tomar otra decisión", ha reconocido, sin querer entrar en plazos tras ser preguntado hasta cuándo se podría seguir negociando. "España no quiere un escenario de 'no acuerdo'", ha asegurado, de ahí el que haya planteado esta propuesta que ha dejado claro que el Gobierno está dispuesto a "firmar mañana" mismo.
PREPARADOS PARA CUALQUIER ESCENARIO
Pero también ha prevenido de que "el Gobierno de España y la UE, que es finalmente quien hará el acuerdo con Reino Unido, estamos preparados para cualquier escenario", incluido el de que no se consiga un resultado satisfactorio, al igual que el Gobierno gibraltareño y el británico ya han hecho saber, realizando incluso hace unas semanas un simulacro de lo que ocurriría en términos prácticos.
Con todo, ha asegurado que observa "en la otra parte una actitud constructiva como ha tenido España desde el principio" para la consecución de este acuerdo, algo que también quedó de manifiesto tras su encuentro con Cleverly, en el que ambos mostraron su firme voluntad de culminar con éxito la negociación.
Respecto a la propuesta sobre la mesa, ha insistido en que plantea "soluciones razonables" a los principales asuntos. Así, ha recordado, se prevé "la desaparición de la Verja, porque lo que queremos es la máxima fluidez en la circulación de personas", además del "uso conjunto del aeropuerto porque lo que queremos es poder beneficiar al máximo a las personas" de la zona.
También se busca que "haya un equilibrio en las condiciones" a ambos lados "en materia fiscal, que pueda haber una circulación de mercancías sin que haya una distorsión de la competencia en el mercado único o sin que se den tráficos ilícitos, muy especialmente el del tabaco", entre otras cuestiones.
LA RAN CON MARRUECOS, SEGÚN LO PREVISTO
Por otra parte, el ministro ha confirmado que se mantienen los planes de que la esperada Reunión de Alto Nivel con Marruecos, la primera desde 2015, se celebre la última semana de enero o la primera de febrero, tal y como adelantó el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita.
La cumbre "va a suponer un nuevo impulso en una relación bilateral que está siendo extraordinariamente beneficiosa para ambos", ha reivindicado, poniendo el acento en que el comercio entre los dos países ha aumentado casi un 30% este año y en que las llegadas de inmigrantes desde Marruecos han disminuido, siendo esta la única ruta migratoria europea que lo hace.
También ha ratificado que se pretende reabrir la aduana de Melilla y abrir la nueva de Ceuta antes de la cumbre, como ya se indicó durante la reunión con Burita del 24 de noviembre en Barcelona. Según ha explicado el ministro a Europa Press, la voluntad de los dos países es que "sea una apertura ordenada y gradual".
"Hay imágenes del pasado que no queremos volver a ver", ha recalcado, descartando que vuelva a aparecer el denominado "comercio atípico". La idea, ha explicado el ministro, es actuar como se ha hecho con el paso de personas. "Tiene que ser una apertura gradual precisamente para no volver a caer en los errores del pasado", ha remarcado.
Las fronteras terrestres con Marruecos reabrieron el 15 de mayo, aunque solo a ciudadanos de la Unión Europea y con permiso para circulación en territorio Schengen. A partir del 31 de mayo, arrancó una segunda fase que permitió el acceso a "los trabajadores transfronterizos legalmente reconocidos", sin que por ahora se haya resuelto la situación para el resto de marroquíes.
MANO TENDIDA A ARGELIA
En cuanto a Argelia, el ministro ha insistido en que el Gobierno mantiene "la mano tendida" y confía en que pueda reconducirse la relación habida cuenta de la amistad entre ambos pueblos. España desea una relación como la que tiene con sus demás vecinos, "basada en el respeto mutuo, en el beneficio mutuo, en la no injerencia en asuntos internos y que esté guiada por la amistad".
Albares ha puesto en valor que Argelia es un "suministrador fiable que siempre respeta sus contratos internacionales" en lo que se refiere al gas, y así lo ha demostrado tras el estallido de la crisis diplomática el pasado marzo, pero ha reconocido que "todavía hay operaciones comerciales que siguen bloqueadas" entre los dos países a raíz de la decisión de Argel de suspender en junio el Tratado de Amistad.
"España no ha hecho nada para bloquear estas operaciones comerciales", ha sostenido el ministro, que tras la decisión de Argel viajó inmediatamente a Bruselas para pedir el apoyo de la Comisión Europea. "Cada vez que detectamos una operación bloqueada seguimos enviándola a la Comisión Europea porque la política comercial es una política comercial común", ha precisado.
"Es la UE quien tiene los instrumentos, tanto de diálogo como de respuesta para ello y hay contactos entre las autoridades europeas y las argelinas", ha añadido Albares en cuanto a las acciones que se podrían emprender contra Argelia por sus acciones en virtud del Acuerdo de Asociación entre los Veintisiete y el país magrebí.
Así las cosas, ha confiado en que el comercio "se retome lo antes posible" dado que es "mutuamente beneficioso" y en que la situación pueda reconducirse "a través del diálogo", recalcando que en esta cuestión es Bruselas y no el Gobierno quien tiene que actuar porque es "la que tiene instrumentos para ello".